Lo acompaña una tripulación de ‘diez’: Nicolas Lunven, Gildas Mahé y Roland Jourdain ‘Bilou’.

Desde su abandono en la Transat Jacques Vabre debido a daños en el Safran, Morgan Lagravière ha mostrado un gran espíritu de lucha. A principios de esta semana, el joven patrón zarpó en una travesía transatlántica con tripulación a bordo de un IMOCA OPEN 60 alquilado, el Adopteunskipper.net. Su objetivo: preparar la Vendée Globe 2016.

Navegar, navegar y navegar.

Desde que regresó a tierra, el patrón del Safran ha tenido una sola cosa en su mente: seguir avanzando. A menos de un año para el inicio de la Vendée Globe, la regata de vuelta al mundo en solitario, sin escalas y sin ayuda, el joven patrón, de inagotable energía, le propuso a su equipo y a Safran regresar al agua para seguir trabajando y desarrollando sus habilidades. Una vez hablado con todas las partes, hizo todo lo posible para alquilar un IMOCA con el resultado de que Morgan Lagravière podrá entrenar a bordo del IMOCA de Nicolas Boidevezi, el Adopteunskipper.net. «Yo quería recuperarme lo más rápidamente posible después del fiasco de la Transat Jacques Vabre,» dijo Lagravière. «Necesito acumular millas para familiarizarme de nuevo con un IMOCA 60, ya que este barco es nuevo para mí. El equipo Safran se ha organizado de modo que pueda volver a entrenar y no perder tiempo en mi preparación para la Vendée Globe».

Un equipo espectacular.

Lagravière abandonó el puerto de La Trinité-sur-Mer el pasado lunes día 16 de noviembre para pasar unos diez días de navegación con tripulación por el Atlántico. «Estoy rodeado de navegantes experimentados con habilidades complementarias para ayudarme a adquirir y ampliar mis conocimientos mientras cruzamos el Atlántico», comenta el patrón del Safran. Lagravière invitó a bordo a Nicolas Lunven, su compañero de equipo en la Transat Jacques Vabre, a Gildas Mahé, su ex entrenador en el Figaro Bénéteau, y a Roland Jourdain, quien  conoce al 100% el Adopteunskipper.net, ya que con él ganó la Ruta del Ron del 2010. «Más que su gran experiencia, es la gran oportunidad poder tener a ‘Bilou’ (el apodo de Jourdain) conmigo a bordo. Esto me va a permitir pasar rápidamente de la fase de descubrimiento a la de entrenamiento intensivo», concluyó Lagravière, claramente muy feliz de regresar al mar.

Saludos y buenos vientos.