El Telefónica Azul de Iker Martínez y Bouwe Bekking ha recuperado una posición. Esa es la principal noticia con la que nos hemos desayunado los que hemos revisado esta mañana los partes de posiciones de la regata en su web. El barco español esperaba al parte de las dos de la madrugada (hora española) para superar al Green Dragon y colocarse cuarto en la clasificación provisional de la quinta etapa.

Un repaso a las tablas estadísticas de las últimas tres horas indica que el Telefónica Azul ha sido el más rápido de la flota –con una media de 18 nudos–, y el que disfruta de mejores condiciones de viento –22,5 nudos–. Además, el VO70 español es el que ha navegado más distancia en las últimas 24 horas, con un registro de 441 millas que le ha permitido reducir en 40 las diferencias con el grupo de cabeza. Después de seis jornadas navegando en el mismo bordo, casi suena redundante indicar que continúan navegando de través… y que lo seguirán haciendo todavía durante algún tiempo.

El Race Viewer nos indica que la flota ha comenzado por fin a dispersarse por el terreno de juego, con una considerable distancia lateral entre ambos extremos del pelotón: Green Dragon por barlovento y al Norte, PUMA por sotavento y al Sur. El barco estadounidense continúa coprotagonizando un espectacular Match Race con Ericsson por el honor de liderar la etapa más larga de la historia de la Volvo Ocean Race, y esta mañana navega a sólo dos millas del barco sueco. Pero ambos deberían comenzar a preocuparse de lo que les llega por popa, ya que el Ericsson 3 acecha a sólo 65 millas después de mostrar una evolución semejante a la del Telefónica Azul en las últimas 24 horas, en las que ha recortado 37 millas a los líderes.

La temida zona ecuatorial está cada vez más cerca, y con ella el paso de los Doldrums; un área fácil de identificar en el Race Viewer con sólo marcar la opción “Meteo”, que llena el gráfico de flechas de diferentes colores indicando dirección e intensidad del viento. Los Doldrums se presentan en forma de zona repleta de flechas azules que a esta hora se extiende aproximadamente desde el 5ºN hasta el 10ºS. En el parte de las 8:00 h –hora española–, la cabeza de la flota navegaba por el 12º42 N, por lo que en las próximas 24-36 horas podrían encontrarse con el extremo Norte de esta zona de calmas ecuatoriales. Esto podría abrir una ventana de esperanza para los barcos perseguidores, que seguirían avanzando a buen ritmo mientras los líderes se quedan sin presión. De cómo cada equipo negocie esta situación dependerá que salga de los Doldrums reforzado o trasquilado. La temperatura del agua roza ya los 30ºC.

Al Habla con el Ericsson 3……….

«Las últimas 20 horas nos hemos empapado. El agua está templada, así que no es demasiado malo, pero cuando navegas de través constantemente a 20 nudos, como ahora, recibes rociones todo el rato. La peor parte se la llevan los ojos, que se ponen rojos y escuecen por la salitre. Tenemos cascos con visera y diferentes tipos de máscaras para protegerlos, pero resulta complicado ver a través del cristal. No hay solución perfecta.

Esta mañana hemos sufrido una pequeña rasgadura en nuestra GS, una pequeña vela de proa, y Magnus Olsson empezó a preocuparse por si rompemos demasiadas velas y no nos quedan las suficientes de cara al final de la regata.

La regla sólo nos permite utilizar 24 velas durante toda la vuelta al mundo, y sólo en esta etapa llevamos 12 a bordo. Cada una de ellas tiene un rango muy estrecho, y cuando el viento cambia de dirección o intensidad, nos planteamos cambiarlas. Esa es la principal razón que explica que estos barcos sean tan difíciles de navegar. Cambias velas muy a menudo, y como son muy pesadas, necesitas un buen número de brazos fuertes para realizar cada cambio de forma rápida y segura.

En la última etapa rompimos una de nuestras tres mayores, y antes de eso ya habíamos perdido nuestro G4, un pequeño génova. “Tal vez el ganador al final de la vuelta sea el que haya sido capaz de preservar el mayor número de velas intactas”, dijo Magnus.

Pero nuestro velero a bordo, Martin Strömberg, no está en absoluto preocupado. “Rasgamos nuestra mayor en condiciones extremas, ciñendo hacia China. No creo que volvamos a ver condiciones como esas, y si no lo hacemos, no creo que las velas sean un problema”, comenta Martin.

“Creo que somos, junto al Ericsson 4, el equipo que ha tenido menos problemas de velas. La rotura de esta mañana fue fácil de arreglar, sólo un par de pasadas con la máquina de coser y ya estaba bien. Podremos arreglarla incluso mejor cuando lleguemos a tierra”.

Gustav Morin, tripulante de comunicación del Ericsson 3″