El Actual Leader recupera la segunda posición en la Brest Atlantiques, y aventanjan al Trimaran Macif de François Gabart y Gwénolé Gahinet en casi 150 millas.

Mientras, el líder, Maxi Edmond de Rothschild, ha visto reducida su ventaja con respecto a la embarcación de Yves Le Blevec y Álex Pella hasta las 196 millas, después de dilapidar una ventaja que llegó a superar la barrera de las 300 millas frente a sus perseguidores.

A falta de menos de 4.100 millas de la meta, la capacidad de lectura de la competición por parte de la tripulación del Actual Leader sigue siendo encomiable; le ha servido para recuperar una posición en la clasificación general, después de que el Trimarán Macif la recuperase siguiendo una ruta similar a la del Actual Leader, en virtud de un mejor diseño de su trimarán que les permitió alcanzar una velocidad superior a la de estos. La forma en la que Pella está jugando sus cartas le habría valido un asiento entre los mejores jugadores de las series de poker mundiales, con una visión que aúna una capacidad de lectura de las circunstancias del mar y de adaptación a las estrategias de sus rivales dignas de elogio. Frente a la decisión de navegar hacia el oeste para encontrar mejores condiciones en un momento de inestabilidad del viento, Le Blevec y Pella han optado por una ruta más próxima a la costa y un trazado más eficiente.

Así han multiplicado por 50 (se mantuvo en algo más de tres millas durante cierto tiempo) la ventaja frente a los ahora terceros, y se han aprovechado de las doce trasluchadas que se han visto obligados a hacer Franck Cammas y Charles Caudrelier para recuperar en condiciones los alísios del hemisferio sur. La pregunta que surge es si la decisión de los tripulantes del Maxi Edmond de Rothschild ha sido la correcta, ya que durante horas consiguieron velocidades medias que rondaban los 30 nudos, frente a los 24/22 de sus rivales. La zona sin viento de la costa africana que comentaba Caudrelier tras el abandono del Sodebo obliga a comprometer distancia a cambio de velocidad; la jugada ahora pasa por comprobar si la opción de sus perseguidores por minimizar la primera se demuestra mejor. Y aún en el caso de que sea así, para alcanzar la victoria en Brest, Pella y Le Blevec tendrían que no cometer errores que dejasen la disputa en un duelo de eficiencias de sus respectivos trimaranes.