Esta pasada noche, cuando navegaba Thomas Ruyant navegaba en el Atlántico Sur en la segunda posición de la Vendée Globe, a unas 72 millas náuticas de la popa del líder Charlie Dalin (Apivia), el foil de babor de su IMOCA LinkedOut sufría severos daños. Tras parar momentáneamente el barco para evaluar los desperfectos comprobó amargamente que ya no podrá utilizar ese foil el resto de la regata.

Ruyant le dijo a su equipo que, alrededor de las 02:00 horas UTC de esta madrugada mientras descansaba en la cabina, se despertó sobresaltado por un fuerte ruido fuera del barco; sin embargo, no sintió ningún impacto. Al salir a inspeccionar el barco con la linterna, pudo comprobar la aparición de grandes grietas en el extremo exterior de su foil de babor. Ruyant detuvo inmediatamente el barco y lo puso a favor de viento para inspeccionar más a fondo los daños.

«Navegaba a unos 120° con respecto al viento, a unos 20 nudos de velocidad, cuando de repente escuché un fuerte ruido», informó Ruyant esta mañana. «No le encuentro ninguna explicación. He subido todo el foil para que no se arrastre en el agua. Con la luz del día pude inspeccionarlo en detalle; su parte superior está bien y hablando con mi equipo y los arquitectos. parece seguro. No toca el agua y la caja del foil no está dañada, pero el foil en sí mismo, está agrietado en varios sitios. Su estructura está comprometida. Estoy esperando el análisis de los diseñadores para saber si lo debo de cortar».

Ruyant está enormemente decepcionado. Hasta ahora, estaba haciendo una gran regata, muy cerca del líder Dalin. Aunque sorprendido, el patrón de LinkedOut es positivo: «Soy segundo en la Vendée Globe. Desde el domingo se me han ido acumulando pequeños problemas que logré solucionar, pero realmente estos daños los superan con creces. Aun así, sigo compitiendo, aunque esté un poco en desventaja con un solo foil. No obstante, me consuela saber que todavía tengo mi foil de estribor, que es estadísticamente el más importante para una regata de vuelta al mundo. Todavía queda mucho recorrido por delante. Continúo, ¡aguantaré! «

Saludos y buenos vientos