El velero de 33 metros de eslora llega a Baiona de mano de la Foundation Pacifique y la Ocean Mapping Expedition que conmemoró el quinto centenario de la primera vuelta al mundo de Magallanes y Elcano replicando su viaje

Durante cuatro años y medio la embarcación siguió la estela de los navegantes realizando a su paso actividades de ciencia, educación y cultura con el objetivo de explicar el impacto humano sobre el océano

El barco amarrado este lunes en el Monte Real Club de Yates continuará su travesía a partir de mañana martes rumbo a Lisboa, Faro y Cádiz, últimas etapas previstas en su ruta de navegación

El Monte Real Club de Yates acoge estos días en sus pantalanes al Fleur de Passión, el velero suizo de 33 metros de eslora que durante los últimos cuatro años y medio ha navegado alrededor del planeta replicando la primera vuelta al mundo de Magallanes y Elcano.

El club baionés ha sido elegido por la Fondation Pacifique (la organización sin ánimo de lucro con sede en Ginebra que lidera la Ocean Mapping Expedition),  como escala en las últimas etapas de la navegación del velero, que continuará mañana martes rumbo a Lisboa, Faro y Cádiz.  Durante su estancia en el Monte Real, la embarcación ha permanecido abierta al público que desease visitarlo y los alumnos de la Escuela de Vela del club han podido conocer más al detalle sus características, subiéndose a bordo y escuchando las explicaciones de la tripulación.

El principal objetivo del Fleur de Passion en su travesía alrededor del mundo es ofrecer datos sobre el impacto del hombre en los océanos, tratando al mismo tiempo de concienciar sobre la necesidad de poner en marcha actuaciones para evitar su deterioro. Los microplásticos, la contaminación sonora, los gases efecto invernadero o el estado de salud de los arrecifes de coral son algunos de las problemáticas que se abordaron en las diferentes escalas del velero.

El Fleur de Passion es el velero suizo de mayor tamaño, un antiguo buque dragaminas de la armada alemana, construido en 1941 y transformado en velero en los años setenta.

Saludos y buenos vientos