A bordo del Maxi Edmond de Rothschild, ayer había un ambiente bastante peculiar; una combinación de las muy malas y tristes noticias llegadas de tierra -el fallecimiento del barón Benjamin de Rothschild, cofundador y co-armador del Gitana Team- y el completo contraste con el entorno inmediato en el gigante de 32 metros.

De hecho, durante las últimas 36 horas, la tripulación de los patrones Franck Cammas y Charles Caudrelier se han beneficiado de las condiciones ideales tanto para los hombres como para la máquina. Los seis navegantes se deslizan amurados a babor a lo largo de la costa brasileña, debiendo pasar la latitud de Cabo Frío y Río de Janeiro al final del día de hoy. No obstante, a pesar de que el viento del sureste ha bajado a unos 12 nudos desde la medianoche pasada, navegan con rumbo sur a una velocidad media de unos 20 nudos. Ayer también fue un día muy interesante puramente en cuanto a las millas de diferencia con su rival virtual, el IDEC SPORT, ya que permitió a los regatistas del equipo Gitana acumular una ventaja de más de 280 millas en relación con su adversario virtual.

Así fue la primera semana del intento de récord

Después de zarpar de Ushant el pasado 10 de enero a las 01:33 UTC, la tripulación del Maxi Edmond de Rothschild cubrió anoche la primera semana de su intento de récord del Trofeo Jules Verne, frente a la costa de Brasil. Siete días durante los cuales el Gitana 17 ha recorrido 4.700 millas sobre el rumbo efectivo, es decir, en relación con la superficie de la tierra, a una velocidad media de 28 nudos. Pero, cuando ves que en estos números están incluidas las 24 horas de casi parada en los Doldrums, se puede comprender mejor lo rápido que pasa la vida a bordo del Gitana 17. Este largo sprint hacia el sur amurados a babor, que comenzó al salir de los Doldrums, marca claramente una transición entre dos momentos destacados del descenso del Atlántico. Estos tiempos más «tranquilos» ahora, que son igual de rápidos, son muy apreciados por la tripulación: “¡Todo va bien a bordo! Aquí todo está bastante tranquilo. Las condiciones nos están permitiendo descansar un poco, ya que las temperaturas no son ni demasiado calientes ni demasiado frías y la combinación de un mar ordenado y un viento medio nos está permitiendo hacer buenas ganancias en el recorrido. Ayer debimos haber recorrido más de 700 millas en un día, con unos quince nudos de viento lo cual, todo hay que decirlo, es muy agradable”, admitió Yann Riou al amanecer.

Cita confirmada

Al zarpar en el récord mundial de tripulación a vela hace una semana, Franck Cammas, Charles Caudrelier y su router en tierra Marcel van Triest apuntaban a una fecha y hora determinada para estar al sur de Brasil. La idea es posicionarse frente a la costa de Sudamérica justo cuando un frente con destino al profundo Sur se separe del continente. La carrera para hacer la conexión con este tren de bajas presiones se ve muy bien y debería tener lugar a principios de semana. En solo unas horas, a medida que viajen en el tren expreso hacia el sur, la vida a bordo cambiará drásticamente. Las distintas capas de ropa, los guantes y los gorros de lana harán su regreso a la cubierta del maxi-trimarán volador azul, mientras que el permanente silbido de los apéndices hará que los decibelios suban. Ante esta perspectiva, los días sinónimo de transición, como los que están viviendo los seis miembros de la tripulación, son un bien muy preciado para descansar y recargar las pilas.

Saludos y buenos vientos