
El Gitana Team regresa al modo stand-by tras cerrarse la ventana meteorológica
A mediodía de ayer, tras una charla meteorológica con su router Marcel van Triest, Franck Cammas y Charles Caudrelier sabían que sus posibilidades de zarpar en las próximas horas para afrontar el reto del Trofeo Jules Verne eran escasas, por no decir minúsculas: «Creo que tenemos un 5% de posibilidades de una salida mañana, pero este porcentaje puede duplicarse o desaparecer en función de un archivo grib, por lo que debemos intentarlo y darnos unas horas adicionales para tomar una decisión». Así se expresaba el navegante originario de Aix-en-Provence, Franck Cammas.
Por desgracia, la paciencia de los seis tripulantes del Maxi Edmond de Rothschild y de todo el equipo que los apoya en tierra no se ha visto recompensada, ¡al menos por ahora! De hecho, aunque el período de espera dedicado a la búsqueda del récord legendario comenzó hace unos dos meses, con un intento fallido a finales de noviembre después de que el barco chocase con un OFNI (objeto flotante no identificado), los hombres del Equipo Gitana todavía tienen algo más de mes y medio para que sus planes de intentar batir a Francis Joyon y su equipo del Idec Sport -los actuales campeones del trofeo con un tiempo de 40 días 23 horas y 30 minutos- se hagan realidad.
No se cumplió ninguno de los tres criterios
Los seis marineros del maxi-trimarán volador podían imaginarse a sí mismos celebrando la entrada en el 2021 en el mar. Sin embargo, en última instancia, ¡no es así como se van a desarrollar las cosas! La estrecha ventana que se está apuntando en los últimos días contiene demasiadas áreas de incertidumbre para solo pequeñas ganancias, es decir, una serie de tiempos de paso intermedios, que simplemente están demasiado lejos de la marca objetivo del equipo.

“A mediodía de ayer, las probabilidades eran muy escasas pero posibles. Sabíamos que el Atlántico Norte no mejoraría, pero aún había esperanzas de que el sur valiera la pena. Las últimas previsiones de archivos grib que tenemos a nuestra disposición no mostraron una mejoría notable. Los tiempos de paso al ecuador son mucho más largos de lo que buscamos: de 5 días y 18 horas a 6 días y 10 horas, en comparación con los 4 días y 15 horas a los que podríamos apuntar razonablemente con una ventana decente. Además del clima poco atractivo, la ruta para llegar allí parecía ser bastante difícil de implementar con una ruta predominantemente costera llena de trampas como resultado de la serie de islas que se tenía que negociar. A eso ahora hay que sumarle el hecho de que, en el sur, la borrasca a la que tendríamos que engancharnos si tuviéramos que descender rápidamente a las latitudes australes ya no puede darse por sentada. Es demasiado aleatorio y no hay suficiente certeza para que podamos probar suerte con esta ventana. Estas idas y venidas son un componente importante de los intentos de récord…” explicaba Charles Caudrelier, copatrón del Maxi Edmond de Rothschild, que ha logrado poner las cosas en perspectiva, pero que naturalmente está decepcionado ante la perspectiva de permanecer en el muelle unos días más.
Deseoso de no estropear sus oportunidades
Se discutió mucha ya que había mucho en juego, sin embargo, la decisión fue unánime: “Tenemos la posibilidad de coger una ventana mejor que esta. Nunca es una decisión fácil la de volver al modo de espera (stand-by), pero no debemos arruinar nuestras posibilidades de batir el récord al zarpar en un intento mal sincronizado. Todos estamos ansiosos por poder ponernos en marcha y mostrar de qué estamos hechos, lo que hace que la espera se prolongue un poco… Además, este año la meteo no es muy sencilla; desde el principio, hemos tenido que lidiar con un Atlántico norte bastante atípico para la temporada en la que estamos. Hay sistemas de bajas presiones que descienden hacia el sur y rolan hacia las Azores y al oeste de Canarias. Esta particular configuración meteorológica hace que nuestra tarea sea más complicada porque con frecuencia tenemos situaciones favorables para salir del extremo noroeste de Bretaña, pero con ellas llega una ruptura en el sistema de vientos alisios en el hemisferio norte, lo que dificulta seriamente nuestra carrera de resistencia hacia las latitudes del sur”, concluyó Franck Cammas, recientemente elegido Marinero de la Década por la Federación Francesa de Vela (FFV).
En esta etapa de espera del Trofeo Jules Verne, los hombres del Gitana 17 deben estar particularmente atentos para asegurarse de que su decisión no se tome demasiado apresuradamente, como explicó Charles Caudrelier: “Con el fin del periodo de stand-by acercándose, no podemos permitirnos zarpar a la mínima oportunidad, tiene que ser en el momento preciso».
Saludos y buenos vientos
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