Tras más de dos meses de entrenamiento en el agua con los dos AC45 «voladores», el Luna Rossa ya está trabajando en la segunda fase del desarrollo del barco.

Los próximos 40 días estarán dedicados a las nuevas modificaciones estructurales de los catamaranes en base en los resultados de las pruebas de mar realizadas en estos últimos meses. Max Sirena, patrón del Luna Rossa, señaló: «El diseño de cualquier barco ganador requiere una estrecha colaboración entre los regatistas, los diseñadores y el equipo de tierra. Cada modificación es el resultado de meses de pruebas, simulaciones y una constante búsqueda de la mejora del rendimiento. La retroalimentación que los regatistas dan a los diseñadores con respecto a sus sensaciones a bordo es crucial. Si esto es cierto para todos los barcos, aún es más importante en el diseño de los catamaranes con folis, donde se lleva al extremo cada parámetro».

En las próximas semanas el equipo se centrará, por tanto, en el desarrollo de los barcos. Las nuevas modificaciones serán probadas durante la próxima fase de las pruebas de mar previstas para mediados del mes de abril.

Saludos y buenos vientos.