El Maxi Edmond de Rothschild se prepara para la nueva temporada
Tras llegar a su base de Lorient hace escasamente 15 días, tras abandonar el Trofeo Jules Verne debido a la rotura de unos de sus timones, es el momento de reparar el Maxi Edmond de Rothschild. La semana comenzó con el desmontaje y retirada de la bañera para ser trasladada la base técnica del Gitana Team, a un tiro de piedra de la Cité de la Voile Eric Tabarly. El gigante de 32 metros, ya sin la bañera, está listo para montarle sus apéndices y mástil, en los que el equipo ya lleva varios días trabajando. El calendario de regatas normalmente se traduce en un reacondicionamiento o una parada en invierno, pero este año, debido al Trofeo Jules Verne, el Gitana Team realizará un reacondicionamiento de primavera. Deberá durar un poco más de tres meses y se dedicará en gran parte a una revisión completa del Maxi, junto con una reparación de los apéndices y la implementación de una serie de procesos gracias a la experiencia adquirida durante los intentos de vuelta al mundo y los 40 días que ha navegado en modo regata.
La experiencia del Trofeo Jules Verne
Esta parada, que pone fin de manera efectiva a la temporada del equipo en el agua, ya mete de lleno al equipo en la siguiente temporada, por lo que es una buena oportunidad para Charles Caudrelier – uno de los patrones del Maxi Edmond de Rothschild– para hacer una valoración rápida del Jules Verne, el primer intento para él y para todo el equipo de la escudería de las cinco flechas: “Ciertamente sentimos una frustración muy grande por regresar a casa sin el Trofeo, pero sigue siendo el objetivo del equipo y las dos experiencias que tuvimos en 2020-2021 nos enseñaron mucho y serán muy importantes para el futuro. Los dos pasajes marítimos tripulados duraron casi 40 días si contamos nuestros intentos de invierno y nos han permitido profundizar en nuestra comprensión y gestión del vuelo en alta mar. Indiscutiblemente estamos avanzando más rápido, pero todavía estamos en proceso de aprendizaje. En general, tuvimos mares bastante pesados y desordenados durante nuestro segundo intento. En esas condiciones no podíamos levantar el ‘vuelo’ pero pudimos recopilar mucha información sobre cómo el Maxi se maneja y ajusta a nuestras polares, lo cual es esencial en el futuro y para obtener más ganancias en cuanto al rendimiento a bordo”, aseguró Charles Caudrelier, antes de pasar a hablar de la tripulación del Maxi Edmond de Rothschild.
“Franck y yo tomamos la decisión de zarpar con una tripulación de seis hombres; en cuanto al ‘capital humano’, ya sea en el mar o durante la fase de stand-by, – que no fue la situación más fácil de manejar- el grupo funcionó de forma genial. Todos tenemos perfiles bastante diferentes, pero esta diversidad hizo que la experiencia fuera aún más rica ya que todos teníamos algo que aportar. Por ejemplo, David Boileau, el capitán del barco, compartió su gran experiencia técnica con nosotros, brindándole al equipo una idea del funcionamiento interno del Maxi, que es especialmente valioso para mí con miras a navegar el barco en solitario. Cada miembro del equipo es muy versátil, aunque cada uno tiene su propia especialidad, pero el grupo funcionó fantásticamente bien y evolucionamos juntos. Sin duda, esta misma tripulación estará en condiciones de volver a zarpar juntos”, admitió el regatista.
Formato con tripulación y a dos
Con un relanzamiento programado para principios de junio, el dúo al frente del Maxi Edmond de Rothschild dispondrá de unas semanas para prepararse para los eventos deportivos programados para el próximo año, o al menos los que actualmente están programados. El primero de ellos, la Rolex Fastnet Race a principios de agosto, será una oportunidad para que los seis miembros de la tripulación del Trofeo Jules Verne vuelvan a estar juntos, mientras que la segunda regata importante, la Transat Jacques Vabre, verá a Franck Cammas y Charles Caudrelier poner rumbo a Le Havre para la salida de la regata el 7 de noviembre. Ambas regatas deben abrir una nueva ruta hacia un nuevo destino final este año. De hecho, por primera vez en su historia, el mítico final de la Fastnet se decidirá en Cherburgo, en lugar del final tradicional de Plymouth. En la Transat Jacques Vabre, será en Martinica, en lugar de Brasil, donde las flotas de las distintas clases de multicascos tendrán la línea de meta.
“Nuestros barcos están diseñados para intentos de récord y nuestro intento del Trofeo Jules Verne lo confirmó. Sin embargo, tenemos la suerte de contar con embarcaciones versátiles, lo que significa que podemos cambiar de un modo a otro según las estaciones. Estamos encantados y emocionados con la perspectiva de volver al modo regata en 2021. La Transat Jacques Vabre ciertamente tendrá el atractivo competitivo que buscamos, con la importante llegada de los nuevos Ultimes Banque Populaire y Mer Concept. El recorrido renovado es particularmente bueno y aunque no es solo una formalidad navegar con nuestros gigantes en configuración a dos manos, seguirá siendo un sprint, por lo que tendremos que apretar los barcos a tope. Hoy en día, el Maxi Edmond de Rothschild es una de las plataformas ‘más antiguas’ de la flota, lo cual es un activo considerable para nosotros. En mi opinión, el barco se adelantó a su tiempo y, aunque los nuevos Ultimes, que se han inspirado en gran medida en la plataforma del Gitana 17, serán formidables, tenemos la experiencia y la madurez de nuestro lado. Tenemos la suerte de contar con un barco que ha roto moldes, es de noble cuna y cuya capacidad de progreso sigue siendo enorme. Esto se ve reforzado por el hecho de que al comienzo de la Transat Jacques Vabre, el barco se beneficiará de foils, timones y una orza nueva. Estos cambios han estado durante mucho tiempo en mente y están en línea con el programa de optimización de Maxi Edmond de Rothschild”, concluyó Charles Caudrelier, que está tan entusiasmado como ansioso por lo que les espera a las proas del gigante de las cinco flechas.
Saludos y buenos vientos
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