Se espera una nueva ventana meteorológica para este jueves

La caza de récords no es un camino de rosas; las muchas y múltiples variables que inevitablemente han sido y son parte integrante de la vida del equipo Gitana y su tripulación desde el inicio del modo de espera (stand-by), eran conocidas por todos mucho antes de que decidieran ir a por el Trofeo Jules Verne. Hay muchas expectativas puestas en este intento y el deseo de ver zarpar a los seis navegantes del Maxi Edmond de Rothschild sigue intacto, pero el grupo de estudio meteorológico de la escudería de las cinco flechas mantiene la cabeza fría para poder tener todas las posibilidades de batir el récord de 40 días, 23 horas y 30 minutos marcada por Francis Joyon y su equipo en el 2017, intactas. La salida, que ayer todavía estaba prevista para el final de la jornada de este martes 24 de noviembre ya no es una posibilidad, pero el equipo se mantiene en el Código Amarillo a la vista de que el jueves se les pueda presentar una nueva oportunidad.

Hoy no hay salida

Ayer, al pasar al Código Amarillo, cambio de color que supone una posible salida en 48 horas, el equipo de Gitana había iniciado la ronda final de preparativos: pruebas de PCR validadas para todos, carga de las provisiones y de los petates de los marineros… El Maxi Edmond de Rothschild estaba listo para zarpar con todo estibado en su lugar para su primera circunnavegación. Por todo eso, el grupo de estudio meteorológico compuesto por Franck Cammas, Charles Caudrelier, Marcel van Triest y Cyril Dardashti, fue muy transparente y claro con su decisión: “Aunque varía un poco de un modelo a otro, incluido el plazo de 6 horas para negociar los Doldrums, había muchas posibilidades de que la tripulación pudiera llegar al hemisferio sur en menos de 4 días y 12 horas. Sin embargo, ahí es donde la situación se complica y se vuelve más borrosa”, explicó ayer el router de tierra. “Nos enfrentamos a una situación muy cambiante que está evolucionando muy rápidamente. El peligro es que perdamos el tren y nos aplastemos entre las dos áreas de altas presiones en el Atlántico Sur. Representa una amenaza real, aunque todavía existe la posibilidad de enlazar con un curso que nos lleve detrás de la alta presión. En este momento, este sistema tan progresista, está circulando muy bajo en el sur».

El Atlántico Sur y su descenso en el punto de mira

A la vista de los archivos grib, que se actualizan y analizan por la mañana y por la noche, vemos cómo se desarrolla la tendencia mencionada ayer. “La ventana sigue siendo favorable en el Atlántico Norte, con un tiempo de paso al ecuador dentro del tiempo récord actual que tiene el Spindrift de menos de 5 días. Sin embargo, el Atlántico Sur no se está perfilando como nos hubiera gustado. Hoy, la ruta no solo nos lleva en un gran circuito en bucle para rodear el anticiclón de Santa Elena, que se extiende mucho hacia el oeste, sino que también nos envía a un largo camino hacia el sur, alrededor del paralelo 47°, para asegurar un tiempo de paso razonable en el cabo de la Agulhas, hito que marca la entrada al Océano Índico. También debemos tener en cuenta la situación de los campos de hielo en la zona, ya que es algo con lo que tendremos que lidiar si descendemos tan al sur…», explicaba Franck Cammas esta mañana al final de la sesión informativa meteorológica.

“Los modelos no han estado muy en sintonía durante las últimas semanas. Las diferencias y los escenarios varían mucho entre el modelo europeo (CEP) y el modelo estadounidense (GFS) y eso actualmente hace que nuestro trabajo para identificar la ventana de salida correcta sea bastante complicado. Sin embargo, no es nada nuevo … todo es parte de la estrategia de un desafío como este”, confirmó Marcel van Triest.

Este martes 24 de noviembre podría haber sido el día de salida de los hombres del Maxi Edmond de Rothschild y de todo el equipo, que los están apoyando en esta búsqueda del récord mundial de velocidad de navegación, pero en cambio será otro día de espera, con la esperanza de que los modelos coincidan y que se abra una ruta para liberar al maxi-trimarán de 32 metros y su tripulación, ansiosos por mostrar el verdadero potencial del gigante a escala planetaria.

Saludos y buenos vientos