Nicolas Andrieu, miembro del equipo técnico del Charal nos da las claves.

Para un patrón y un equipo que busca un rendimiento deportivo decente, el análisis empírico de los datos de rendimiento y las características del comportamiento de un IMOCA es esencial. Y es cada vez más importante cuando se trata del análisis de los datos de la nueva generación de los IMOCA «voladores». Dentro del equipo Charal, Nicolas Andrieu es el miembro del equipo técnico responsable de recopilar y analizar los datos. Los objetivos son sacar todo el potencial del barco en todos los rumbos de navegación en función del viento, realizar de manera exponencial incrementos en los pasos apropiados en el momento adecuado y maximizar la confiabilidad del barco y del equipamiento necesario.

¿Cómo organiza las cosas dentro del equipo y cómo se realiza la captura y el análisis de los datos?

«Nos encargamos dos personas de este trabajo. Philippe Legros se ocupa del análisis de rendimiento, en el sentido literal de las palabras, de modo que recopilamos todos los datos del agua, como es la configuración de las velas, el lastre, la configuración del aparejo, las velocidades y los ángulos de navegación. Todo esto se utiliza para configurar las polares (la velocidad sobre el agua que debe desarrollar un barco bien “trimado” con una intensidad determinada de viento y un ángulo) para la embarcación, que son los datos básicos para el enrutamiento y como índice de rendimiento.

Mi trabajo está dividido en dos partes. Lo primero es asegurarnos de que no rompamos las cosas o el barco. Con nuestros foils tan grandes hay un aspecto estructural crítico a tener muy en cuenta. Nuestros sensores nos permiten tener indicaciones sobre las tensiones ejercidas sobre el aparejo y los foils. Buscamos maximizar las mejores configuraciones que no sobrecarguen el barco.

La segunda parte consiste en proporcionar ideas y el análisis requerido para que podamos considerar los cambios. Tenemos la capacidad de modificar de forma muy significativa los barcos. Charal es un barco relativamente nuevo y muchas de las elecciones se hicieron en base a la fuerza del modelado numérico de los arquitectos. La idea es hacer un análisis completo y un inventario de cada vela. En sí, es un trabajo enorme. Cada cambio que hacemos algunas veces genera beneficios pero con pérdidas en otras áreas. El desafío es lograr la ecuación correcta y tomar las decisiones correctas».

Entonces, ¿cuál es su metodología típica?

«Lo más importante es salir a navegar, el tiempo en el agua. Hasta ahora todavía estamos en la fase inicial de aprendizaje; diría que hemos navegado alrededor de 25 días, incluidos 15 que se dedicaron al período previo a la salida de la Route du Rhum Destination Guadelpupe. Durante esta fase se trató de establecer las líneas de base, pero sin abordar ninguna cuestión sobre el rendimiento. Por el momento, los datos obtenidos, en términos de aprendizaje del rendimiento y de cambios positivos, fueron bastante limitados. Necesitamos volver a aprender en la primavera, expandiendo nuestro conocimiento rápidamente y buscando ganancias a través de posibles modificaciones. Todavía estamos descubriendo cosas que Jérémie sabía acerca de su viejo barco. Hay velocidades y condiciones que aún no hemos encontrado, como vientos potentes y mares muy grandes… aún no hemos estado allí. Pero para poder avanzar, primero debemos entender el barco en todas las condiciones».

¿Qué herramientas utiliza?

«Tenemos instalados cien sensores en el barco. Los sensores tradicionales y habituales de las medidas clave de navegación (viento, rumbo, velocidad, etc.), pero también medidas de talón (Corte oblicuo en la extremidad posterior de la quilla, que se ajusta a otro hecho en el chaflán anterior de la madre del timón), trimado, inclinación, ángulos del timón o la posición de los foils. Los últimos están equipados con fibra óptica para medir su deformación. Además, toda la plataforma está equipada con sensores de carga. Luego utilizamos herramientas de análisis y software para detectar la información relevante entre todos los datos recopilados durante la navegación.

El software Sailing Performance, utilizado por Philippe Legros, permite introducir y grabar manualmente las configuraciones de la embarcación que los sensores no miden y que transmiten directamente, es una especie de pantalla de entrada de datos en la que se introducen las configuraciones de velas, lastre, el estado del mar, etc.

Race Replay (marca la línea de tiempo y la derrota del barco) nos permite revisar un día entero de navegación y seleccionar y analizar las fases clave. Estas fases se pueden analizar en una base de datos, Query Performance, obteniéndose la lista final de las configuraciones óptimas. Si uno desea un análisis detallado de parámetros muy precisos, también puede extraer datos en tiempo real y analizarlos en Excel; incluso puede hacerlo de forma aislada para un sensor de carga en particular. Para identificar las fases relevantes, se pasa de la configuración general a detalles específicos».

¿Cuáles son las expectativas del patrón Jérémie Beyou en esta área?

«Estos barcos tienen muchos ajustes y configuraciones diferentes para una persona, especialmente para alguien que, por la naturaleza de las regatas en solitario, generalmente trabaja en un estado de fatiga avanzada. La idea es simplificar su vida para que en cada configuración solo tenga que gestionar un puñado de parámetros para asegurarse que la embarcación tenga al menos el 90% de su potencial de velocidad. Y un objetivo aquí es asegurarse de que el nivel más bajo de rendimiento nunca esté por debajo del 70% del potencial, tratándolo como si este fuera el caso donde un ajuste está muy mal, para identificar, por ejemplo, los parámetros que tienen mayor influencia en el rendimiento bajo esas condiciones.

Pero para su primera regata, la Route du Rhum-Destination Guadeloupe, el primer objetivo de Jérémie fue el de tener unas polares que fueran lo suficientemente precisas para correr sus rutas y, por lo tanto, tener confianza en su estrategia».

Philippe Legros y usted fueron anteriormente regatistas y marineros. ¿Es muy importante es tener este tipo de perfil para el trabajo que realiza hoy en día?

“La ventaja es nuestra capacidad para tener una comprensión global de cómo funciona el barco: podemos interpretar las cosas e ir más allá de la información de los sensores y entender lo que no se ha registrado. Por ejemplo, el hecho de haber hecho un montón de navegación en Moth (diminutos barcos de 3,5 metros de eslora y unos 20 kilogramos de peso, cuyo casco emerge del agua gracias a una especie de hidroala para ofrecer una navegación vertiginosa) me enseñó mucho y me hizo pensar en cosas que de otra forma no me habría preocupado si me hubiera quedado frente a mi ordenador. Sobre los efectos resultantes de la escora, trimar. Significaba que sentía cosas y tenía ideas que no tenían nada que ver con simples cálculos».

¿Descubrió algo sorprendente sobre el rendimiento de este barco?

“¡La respuesta a eso es alto secreto! Lo que puedo decir es que descubrimos que era un barco increíble. Un barco que realmente vuela… Lo que se requería era encontrar maneras de navegar teniendo en cuenta este nuevo factor. El foil tiene un papel importante en términos de estabilidad. Eso cambia muchas cosas en la forma en que trimamos. Pero ciertamente, la navegación te vuelve loco y es adictiva».

Este es el primer barco de última generación que se construyó con foils… ¿fue una ventaja o un inconveniente en relación con sus rivales?

“Estaremos a la vanguardia en cuanto a la comprensión del barco y a su uso, y estaremos a la vanguardia del diseño de los foils. Estamos con la versión V1 de los foils, pero hoy no puedo decir cuántas versiones habrá. La consecuencia es que los demás nos tendrán de referencia. Sin embargo, la Vendée Globe siempre será una regata muy larga, en solitario, con muchas otras cosas de las que preocuparse además de la simple actuación. Creemos que si lo botamos temprano, podremos obtener una gran cantidad de potencial del barco durante el viaje de vuelta al mundo después de garantizar su confiabilidad y de conocerlo en detalle».

Saludos y buenos vientos