El Safran ya está de nuevo en el agua a D-3 meses de la Vendée Globe.
A tres meses para el comienzo de la Vendée Globe, el monocasco Safran regresó hoy al agua en Concarneau, después de una reforma final en el astillero. La experiencia adquirida en las dos Transats consecutivas disputadas le permitió a Lagravière hacer algunos cambios importantes para mejorar el rendimiento de la embarcación. Morgan Lagravière nos comenta las últimas optimizaciones.
Desde la botadura del barco, a finales del mes de marzo, el patrón del Safran estuvo entrenando en solitario a bordo de su barco hasta que zarpó con tripulación trasladando el barco hasta los Estados Unidos. Una vez allí y casi sin descanso, hizo un veloz regreso en solitario hasta Francia inmerso en la Transat Nueva York – Vendée. A lo largo de las casi 8000 millas navegadas, fue tomando nota de muchos asuntos y detalles a mejorar lo que le permitieron, a su regreso a Francia, plantear dos líneas de trabajo: «Por un lado, hemos trabajado en las optimizaciones técnicas para mejorar nuestra competitividad, y por otro, hemos hecho concienzudos estudios sobre el comportamiento del barco en relación con la ergonomía», señaló Lagravière.
Cambio de foils y nueva distribución del peso.
El monocasco Safran, se puso en las expertas manos del equipo técnico para reparar la zona del foil dañada debido a una colisión durante la Transat Nueva York – Vendée. El objetivo era sustituir los actuales foils. «El Safran fue el primer IMOCA que se equipó con foils, así que teníamos instalados la primera versión», explicó el joven capitán. «Ahora los hemos reemplazado y actualizado a la versión 2». El equipo también trabajó en una mejor distribución del peso en el barco, de acuerdo a lo permitido en la reglas IMOCA. «Gracias a estas 8000 millas de navegación, logramos hacernos una idea mucho más clara de la distribución óptima de los pesos», dijo Lagravière.
Mejorando el confort para mejorar el rendimiento.
Lagravière y Roland Jourdain, director del proyecto y entrenador de Lagravière, trabajaron juntos en las diferentes formas de optimizar el rendimiento del patrón mediante la mejora de la ergonomía de la embarcación. «El malestar, la humedad y el ruido son también factores que afectan al rendimiento», dijo Lagravière. «Al final de las dos transats, tuvimos una gran experiencia». La bañera se inundaba de agua con cada ola. «Hemos trabajado en el drenaje, hicimos algunas aberturas y cambiamos los reposapiés para que el agua se evacuara más rápidamente». El espacio habitable, el cual debe permitir que el patrón pueda recuperarse correctamente durante sus cortas fases de sueño, ha sido objeto de un cuidadoso estudio. «Yo no uso las literas, prefiero utilizar ese espacio para almacenaje», dijo Lagravière. «Duermo en una especie de colchón portátil. Tuvimos que hacer este espacio más agradable, y protegerlo de la humedad. Hemos dividido el fondo del casco en esta zona y hemos montado una pequeña cama elástica debajo del colchón para absorber los pantocazos de la embarcación». El Safran ahora casi está en su configuración Vendée Globe.
El entrenamiento físico y la preparación mental.
El patrón del Safran dispone de sólo tres meses para completar su preparación. En su programa hay muchas horas de navegación, así como tres campos de entrenamiento en Port-la-Forêt y en el Azimut Trophée en Lorient. Lagravière también intensificará su preparación física en el gimnasio. Pero al final, el ser uno de los patrones más jóvenes de la Vendée Globe, y ser también un novato, es algo que no se puede cambiar con el entrenamiento. «Mentalmente, estoy listo para la Vendée Globe, pero tengo que aprender y sacar todo el beneficio posible del antes y el después de la salida, aprender a lidiar con la emoción que va a estar presente en esos momentos», dijo Lagravière. «Estoy trabajando con Jean-Claude Menard, mi entrenador físico y mental, y hablo mucho con Bilou (Jourdain), cuya experiencia es muy valiosa».
Lagravière ya está en la rampa de salida de la Vendée Globe.
Saludos y buenos vientos
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