Fin de semana negro para los IMOCA en la Transat Jacques Vabre con tres nuevos abandonos.
‘Spirit of Hungary’ desarbolado, ‘Bastide Otio’ con problemas irreparables en sus comunicaciones y el ‘St Michel-Virbac’ con una grieta en el compartimento de velas.
Fin de semana negro para la flota IMOCA de la Transat Jacques Vabre. Al rescate el sábado de Alex Thomson y Guillermo Altadill del Hugo Boss hay que sumar tres nuevos abandonos en la flota IMOCA. El ‘Spirit of Hungary’ de Nandor Fa desarbola cerca de Madeira. Kito de Pavant, co-patrón del ‘Bastide Otio’ abandona por daños irreparables en sus sistemas de comunicaciones, en concreto, daños graves en la antena fleet, por donde recibe los archivos de meteo. Y por último, el ‘St Michel-Virbac’ se retira tras localizar una grieta importante en la cuaderna del compartimento de velas.
El IMOCA Spirit of Hungary desarbolado.
El sábado a las 17:00 UTC el IMOCA 60 Spirit of Hungary desarboló cuando navegaban a 65 millas al norte de Madeira. Tenían 15 nudos de viento del noroeste. Nandor Fa y Peter Perényi no sufrieron daños y avisaron a la Dirección de la regata de que estaban navegando a motor rumbo a Madeira.
«Toda mi vida cambió en una sola hora» escribía anoche Nándor Fa, patrón y propietario del desarbolado Spirit of Hungary.
«La regata del Spirit of Hungary en la edición 2015 de la Transat Jacques Vabre ha sido muy corta. Exactamente una semana, 2 horas y 30 minutos después de la salida, cuando estábamos a 60 millas de Madeira, desarbolamos. Estábamos navegando amurados a estribor, con un ángulo de viento de 130º, el viento soplaba entre 16 y 24 nudos, la vela mayor con un rizo, el gennaker A7 izado y la velocidad del barco oscilaba entre los 12 y los 17 nudos. Era un paseo bonito, rápido y seguro, con olas de 6 a 8 metros del noroeste. Por lo tanto, no eran los 45 nudos de viento de hace unos días, ni las ráfagas de 46 nudos”.
«Estábamos sentados fuera, en nuestros asientos, charlando y comiendo. El sol brillaba, no hacía frío, todo estaba bien. Estábamos discutiendo cómo pasar Madeira. Hubo un enorme crujido y desde mi asiento vi como el botalón desapareció. Inmediatamente supe lo que pasaba. Tiré el tazón y con un acto reflejo pulsé el botón central del controlador de la quilla. Me puse de pie, todo estaba en el agua. La mitad del botalón estaba sobre la cubierta, encima de la cabina. Los tres primeros metros del mástil estaban tirados en el piso y, a continuación, un nuevo crujido y todo estaba en el agua, colgando por las drizas. Ambos saltamos con las herramientas, principalmente cuchillos y la sierra de hierro. Sabíamos que lo más importante era cortar todo para salvar el barco. Peter tenía su cámara en la cabeza, grabando. Yo estaba trabajando delante tratando de cortar los trozos de carbono pero eran demasiado gruesos por lo que la sierra se atascaba constantemente tirando de mí mientras el barco estaba bailando sobre las olas. Peter vino para a ayudarme cuando una ola grande golpeó el barco. Peter trató de agarrase a la barandilla pero ya no estaba allí. Se cayó sobre la cubierta, delante de mis ojos, su pierna derecha se enganchó en el stay tirando de él hacia atrás provocándole un giro muy feo a su otra pierna. ¿Estás de una pieza? le pregunté. Él asintió con la cabeza, pero debía de tener un dolor muy intenso. La cámara con todas nuestras filmaciones están en el fondo del océano, a 4000 metros».
«Un minuto más tarde continuamos cortando y nos las arreglamos para deshacernos de todo, cuando vi el A7 todavía colgando en la parte posterior. Traté de tirar de él, quería salvar esta hermosa y nueva vela que sólo se utilizó durante 4 horas, pero por el otro lado también tiraba, y más fuerte, el mástil así que con dolor de corazón también la corté».
«Salvamos el botalón, está en perfecto estado, y tenemos algunas trozos del outrigger de babor».
«Toda mi vida cambió en sólo una hora. Cambió todo para los próximos meses, quizás años. Los instrumentos de comunicación están funcionando. Llamé a la organización de la regata para informarles de lo sucedido, y para anunciarles que nuestra regata ha finalizado».
Kito de Pavant abandona.
Este sábado por la noche Kito de Pavant y Yann Régniau, tripulantes del IMOCA 60 ‘Bastide Otio’, informaron a la dirección de regata de la Transat Jacques Vabre y a su equipo de tierra que han abandonado oficialmente la regata. El pasado jueves por la tarde los dos patrones se desviaron a Cascais en Portugal a donde llegaron la noche del viernes a las 19:00. Después de hacer un inventario completo de la embarcación, el dúo Bastide Otio llegaron a la conclusión de que no era seguro continuar en regata con el barco en esas condiciones ni para poner rumbo a Brasil en solitario tal y como se había planeado originalmente.
Kito de Pavant, patrón del IMOCA 60 ‘Bastide Otio’ comentaba: «Llegamos el viernes por la noche en Cascais y tenía la firme intención de salir de nuevo tan pronto como fuera posible. Pero después de toda la energía gastada en Cascais, junto con nuestro equipo técnico, llegamos a la conclusión que no habría sido seguro zarpar en estas condiciones hacia Itajaí, más allá de los múltiples pequeños daños a reparar en nuestro sistema de comunicaciones que nos permiten recibir los archivos de tiempo, y de la reparación de nuestras velas. Hoy nos vemos obligados a concluir que nuestra antena ‘Fleet’ es irreparable y que la trinqueta y la vela mayor tienen importantes signos de debilidad. Teniendo en cuenta los últimos archivos de tiempo, no es razonable seguir en la regata. La decisión de abandonar es muy difícil de tomar, pero tenemos que pensar en el futuro. Y el futuro es la Vendée Globe. Ahora vamos a centrarnos en la preparación del barco».
El St Michel-Virbac, de Jean Pierre Dick, obligado a retirarse
Ayer domingo, el tres veces ganador de la Transat Jacques Vabre, Jean-Pierre Dick y su co-patrón Fabien Delahaye, informaron a los directores de la regata que se han visto obligados a abandonar la Transat Jacques Vabre.
El dúo de co-patrones del St Michel Virbac descubrió una grieta en la cuaderna del compartimento de velas. Después de descubrirla este el viernes, han navegado rumbo a Madeira para evaluar mejor los daños y efectuar reparaciones. Pero el equipo ha tomado la decisión de que es un daño muy importante y que no pueden seguir en regata.
Dick comentó hoy: «El barco, en su configuración actual e incluso reparado, no es lo suficientemente fuerte como para intentar una travesía del Atlántico. No estamos seguros al 100% de que el barco sea capaz de navegar en las borrascas que se podrían encontrar en los Doldrums o en Cabo Frío, en Brasil. Esta reparación y refuerzo tomará bastante tiempo. Y para que el St Michel-Virbac pueda volver a regatear la reparación debe de ser duradera y segura».
¿Qué piensa de lo sucedido?
JP Dick: «Estoy muy decepcionado, pero tenemos que seguir adelante de manera positiva. Tenemos que avanzar hacia un proceso de construcción de barcos donde se pueda navegar de forma segura y al 100% de su potencial. Los barcos diseñados hoy en día son demasiado frágiles. Ahora ya estamos trabajando con los diseñadores en la versión 2, la cual es más consistente con el programa. Y también seguimos trabajando con nuestros patrocinadores, que se sienten frustrados de no poder terminar la carrera, pero eso forma parte de este juego. Estos son prototipos de regatas. Es necesario actualizar y desarrollar estos prototipos. Sabíamos que teníamos mucho que aprender con esta nueva generación de barcos con foils, y en ello están trabajando».
¿Cuáles son los planes inmediatos?
JP Dick: «Tenemos dos opciones: Participar en la Transat B to B o regresar a la base en Lorient. Lo decidiremos en los próximos días. Dependerá de las reparaciones».
Saludos y buenos vientos.
1 Comment
GVS
03/11/2015 at 20:14https://youtu.be/o8AcpoTfNE0