Se espera que el IDEC SPORT cruce la latitud del Cabo de Buena Esperanza mañana sábado a la hora del desayuno para luego pasar el Cabo Agulhas en el extremo sur de África, – a muy poca distancia de Buena Esperanza – dando fin así al tramo Atlántico de la vuelta al mundo y entrando oficialmente en el Océano Índico.

Francis Joyon y su tripulación no han conseguido batir el registro en este punto ya que la ruta seguida por el Banque Populaire V en el Atlántico Sur a principios de diciembre del 2011 fue muy rápida. Forzado por el movimiento de las áreas de bajas presiones situadas frente a Argentina a navegar hacia el sur profundo, el IDEC SPORT navegó más millas de las debidas para llegar a la latitud del Cabo de Buena Esperanza, lo que le impidió batir el record intermedio en este punto de paso.

Un lujo insólito.

«Alex vio algunas focas. No nos lo creímos, pero Clément también las vio». No hay duda. Están en el sur profundo. El enorme desierto abierto que se extiende alrededor de la Antártida cambia de nombre en función de la longitud, Atlántico, Pacífico o Índico. El IDEC SPORT está navegando en esas aguas donde cualquiera se podría esperar mil y una aventuras. Aquellos que están acostumbrados a este mundo como Francis con sus tres viajes aquí, Bernard Stamm y la Vendée Globe, Alex Pella y su Barcelona World Race están redescubriendo esa luz especial, ese horizonte y esos mares. También encontrarán aquí sus reflejos, permaneciendo atentos a las condiciones de la embarcación y a la comodidad de sus compañeros de tripulación.

La comodidad personal es algo que Francis Joyon está descubriendo con este maxi-trimarán. Utilizado para la navegación en solitario, nunca pensó en la calefacción ni en el descanso, prefiriendo centrarse en el rendimiento sus anteriores trimaranes IDEC. «Tenemos nuestros guantes y gorros», explicó. «El hecho de que naveguemos con tripulación significa que podemos ponernos ropa seca después de mojarnos en nuestro turno. Cuando navegaba en solitario, siempre estaba fuera en el timón u ocupado con las escotas. Por primera vez hemos instalado un calefactor para secar la zona donde se almacena la ropa húmeda. No estoy acostumbrado al lujo de la ropa seca y caliente cuando voy a la guardia. También es muy útil para evitar que la humedad afecte a la electrónica del barco».

Alrededor de las islas.

Sobre su inmersión ayer en el sur, pasaron cerca de la última tierra firme que van a avistar hasta las Islas Kerguelen o las Crozet. Toda la tripulación sintió que era como ver las islas de los sueños», donde los hombres al final mueren locos pero felices», tal y como escribió el autor francés Albert Camus. A Gwénolé Gahinet le hubiera encantado subir a la cima de uno de esos antiguos volcanes. Francis sonrió, «Rodeamos las islas deshabitadas, también llamadas islas Inaccesibles e Isla Ruiseñor. Pasamos la isla de Gough, donde vimos un montón de aves marinas, así como los primeros albatros blancos deslizándose por la proa de la embarcación».

Llegada a la latitud del Cabo de Buena Esperanza: sábado por la mañana.

El 4 de diciembre de 2011, Loick Peyron y su tripulación de trece hombres establecieron una referencia increíble entre Ouessant y el Cabo de Buena Esperanza a bordo del maxi-trimarán Banque Populaire V, completar este tramo en 11 días, 21 horas y 48 minutos. Se espera que el IDEC SPORT tenga un poco menos de 24 horas de retraso en ese punto. Esto coincide con el tiempo que ellos mismos estimaban después de discutirlo con su router, Marcel van Triest, al inicio en Brest. Joyon y sus hombres mostraron en el Atlántico Norte su capacidad para ganar 40 millas a su rival virtual, el Banque Populaire V, gracias a la mejora de casi 14 horas en el tiempo empleado entre Ouessant y al Ecuador. Por el momento, la tripulación está centrada en cómo lidiar con otra área de bajas presiones que se les está aproximando por su popa. El descenso hasta los 50 Aullantes continúa a un ritmo cada vez mayor con los seis tripulantes haciendo cola para llevar el timón en línea recta a través del Océano Índico de la manera más eficiente posible.

Saludos y buenos vientos.