John Fisher cayó al agua tras ser golpeado en la cabeza por la botavara
Sus compañeros de tripulación creen que probablemente ya estaba inconsciente en el momento en el que precipitó por la borda del Sun Hung Kai/Scallywag.
Fisher cayó al agua, el pasado lunes, aproximadamente a 1.400 millas náuticas (2.600 km) al oeste del Cabo de Hornos y, a pesar de realizar una búsqueda exhaustiva bajo condiciones meteorológicas extremas, su cuerpo no pudo ser recuperado.
«Es la peor situación que se pueda imaginar que le ocurra a su equipo», ha señalado su director, Tim Newton, quien habló con el patrón David Witt y la navegante Libby Greenhalgh sobre lo sucedido el lunes. «Estamos completamente desconsolados por la familia y amigos de John. Lo sé por David, que ha perdido a su mejor amigo. Es devastador», ha añadido Newton.
Newton pidió a la tripulación que preparase un informe detallado para garantizar la información precisa sobre el incidente en el que se asegura que el lunes, 26 de marzo, El ‘Sun Hung Kai’ estaba compitiendo en la séptima etapa de la Volvo Ocean Race desde Auckland(Nueva Zelanda) a Itajai (Brasil) bajo vientos de 35-45 nudos (68-88 km/h), con olas de 4 a 5 metros y chubascos constantes que reducían la visibilidad.
Unos 15 minutos antes del amanecer el barco navegaba con un solo rizo en la vela mayor y el foque J2. La vela fraccionaria (el código Cero) fue izada pero siguió enrollada.
Aproximadamente a las 15:00 (hora española), el barco fue alcanzado por una gran ola, produciéndose una colisión accidental. John Fisher estaba en la cubierta, en la cabina. En ese momento, estaba avanzando para desbloquear el Código Cero y, por lo tanto, había desabrochado su arnés.
Cuando la vela mayor cruzó el bote en la trasluchada, la botavara golpeó a John y lo tiró por la borda. La tripulación cree que John estaba inconsciente por el golpe antes de golpear con el agua. Llevaba un traje de supervivencia con capucha, guantes y un chaleco salvavidas
La boya JON (de señalización) y la boya hinchable de herradura fueron lanzadas desde la parte posterior del barco para marcar la posición. Hizo falta unos minutos para mantener el barco bajo control y se puso el motor para navegar de regreso a una posición cercana donde ocurrió el incidente.
A las 15:42 (hora española), el equipo informó a la Dirección de Regata, por correo electrónico, que había caído un hombre por la borda y que estaban regresando a la posición donde se había producido el accidente para iniciar un patrón de búsqueda.
En colaboración con el Centro de Coordinación de Rescate Marítimo y el Control de Regata en Alicante, se llevó a cabo una operación de búsqueda y rescate durante varias horas, pero no habían señales de John, la boya de herradura o la boya JON.
Con el deterioro de las condiciones meteorológicas, se tomó una decisión difícil de abandonar la búsqueda y preservar la seguridad de la tripulación restante del barco, que se dirige a un puerto en la costa del sur de Chile
«Esta situación de navegación extrema aún no ha terminado para nuestro equipo», ha señalado Newton. «Las condiciones son extremadamente desafiantes, con fuertes vientos y un pronóstico de empeoramiento del estado del mar en los próximos días. Nuestro único objetivo, con la asistencia del Control de Regata en Alicante, es llevar al equipo a puerto de forma segura».
«Una vez que hayamos logrado eso, tendremos tiempo para informarnos más detalladamente y asegurarnos de que cualquier lección que se pueda aprender de lo sucedido a John se incorpore para el resto de la flota en el futuro», ha añadido. «Eso sería un gran legado para John, que pasó gran parte de su tiempo transmitiendo los conocimientos adquiridos durante su vida de experiencias en el mar a los tripulantes más jóvenes de nuestro equipo», ha finalizado un desolado Newton.
Saludos y buenos vientos
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