Las causas del abandono del Safran: una vía de agua en el encuentro del foil de estribor con el casco.
Se dirigen de regreso a Brest, donde esperan llegar a media noche.
Después de un buen comienzo en la Transat Jacques Vabre, Morgan Lagravière y Nicolas Lunven se vieron obligados a regresar a noche a casa. La causa es una grieta en el costado de estribor, en la zona de encuentro entre el foil con el casco, la cual generó una vía de agua. En esas condiciones les es imposible continuar. Contactado con el barco hoy por la mañana comunicaron que se dirigen a Brest, donde esperan llegar a media noche.
Ayer lunes, a las 20:20 (hora de Francia), Morgan Lagravière contactó con el cuartel general de la regata para informar de los daños que sufre el Safran y para anunciar su decisión de regresar a Brest. Al unirse hoy por la mañana a la ronda de comunicación oficial de radio de la regata, Lagravière detalló la naturaleza de los daños y las circunstancias en que ocurrieron: «Está dañada la zona donde el foil de estribor entra en el casco», dijo Lagravière. «El daño se ha extendido por la zona y el agua se filtra hacia el interior del barco. Rápidamente viramos para dejar la sección dañada del casco fuera del agua. En el momento del incidente, las condiciones eran intensas, pero no extremas. Había 25 nudos de viento y 3/4 metros de oleaje. El mar no estaba particularmente difícil y no escuchamos ningún sonido distinto ni particular».
Lagravière y Lunven están sanos y salvos a bordo.
A las 10:00 horas de hoy martes, Lagravière y Lunven estaban a 150 millas de Brest y progresaban a una velocidad de 13 nudos. Por lo tanto, se espera que lleguen a media noche. «Navegamos amurados a estribor (el viento les entra por la derecha) y estamos manteniendo un buen ángulo para llegar a la costa», dijo en tono tranquilizador Lagravière. «A veces entra un poco de agua en el barco cuando las olas golpean el casco contra el viento, pero en general, la situación no está empeorando y estamos a salvo». A pesar de ser una gran decepción para ellos, el dúo del Safran puede estar satisfecho con su buen comienzo en la regata. «Buena velocidad, maniobras muy fluidas, una elección coherente de las velas y un dúo muy bien cohesionado… Estábamos a la caza», agregó Morgan Lagravière. Para el Safran, al igual que para otros dos competidores de la clase IMOCA – Maître Coq (Jérémie Beyou/Philippe Legros) y Edmond de Rothschild (Sébastien Josse/Charles Caudrelier)-, la regata fue por desgracia demasiado corta. Por parte del Safran, no será hasta que estén en tierra cuando analicen con precisión la magnitud de los daños, averiguar por qué ocurrió y arreglarlo. «Por ahora, seguimos centrados en nuestro objetivo de conseguir llevar el barco a Brest sin ningún daño adicional» concluyó Lagravière.
Saludos y buenos vientos
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