Las etapas de la Volvo Ocean Race 2017 – 2018 a análisis: ETAPA 3: Ciudad del Cabo – Melbourne
ETAPA 3: Ciudad del Cabo – Melbourne. 6500 mn
Salida: 10 de diciembre de 2017
¿Será esta etapa el regreso del hijo pródigo?
Pues sí, tras una ausencia de 12 años, vuelve la etapa de Ciudad del Cabo a Malbourne. Como pasa con la etapa 6, la etapa 3 es parte de la ruta original de la Whitbread Round the World Race, con lo que acarrea la pesada carga de la historia sobre ella (…y el doble de puntuación).
¿En qué consiste?
Son 6.500 millas náuticas y ninguna de ellas es fácil. La flota saldrá el 10 de diciembre e irá hacia el sur desde Ciudad del Cabo hacia el Cabo de Buena Esperanza antes de virar a la izquierda y poner rumbo este a través del Pacífico Sur. Se sumergirán en las tormentas y las enormes olas de las borrascas antes de volver a apuntar al norte para cruzar la Gran Bahía Australiana, entrar en el estrecho de Bass y de ahí a Melbourne.
¿Es una etapa más de músculo que de cerebro?
Hace un tiempo sí que lo era, cuando los barcos iban a 8-10 nudos esperando agazapados la llegada de los sistemas meteorológicos que les llevaban en volandas y luego les sobrepasaban. Pero ahora los barcos son lo bastante rápidos para volar con las tormentas y se necesita una estrategia muy inteligente para posicionar el barco correctamente.
¿Y no hay zonas climáticas aquí?
Quitando la salida y la meta hay solo una, la de las borrascas, donde una meteorología marcada por las tormentas y las bajas presiones rota de oeste a este alrededor del globo. Estas borrascas dominan casi toda la etapa, excepto la salida y la llegada que pueden ser mucho más complicadas.
¿Entonces cuáles son las dificultades?
La carrera por el sur: Ciudad del Cabo está lo bastante al norte como para estar influenciada por el anticiclón de Santa Helena (una zona de altas presiones subtropicales estables y semi estáticas en el Atlántico sur), con lo que en la primera parte (de Cabo Península a Cabo de Nueva Esperanza) hay a menudo vientos ligeros. Suele haber mucha tensión, ya que la flota apunta como loca hacia el sur para coger cuanto antes la baja presión que les lleve hacia Australia.
En pocas palabras: el hecho de ganar sur permite coger vientos fuertes antes, pero haciendo más millas en la ruta hacia Melbourne. ¿Ese viento extra, y su correspondiente aumento de la velocidad, compensan la mayor distancia navegada con respecto a los barcos que elijan la ruta más corta?
Depende mucho de cuándo se acerque la siguiente baja presión. Hay que medir con precisión la velocidad exacta del barco en las diferentes rutas posibles teniendo en cuenta el comportamiento previsto de la baja presión. Los cerebros de los navegantes echan humo en este proceso.
El Océano sur: Una vez enganchen la baja presión, los equipos tienen que mantenerse bajo su influencia a toda costa. El problema estratégico es posicionar el barco para que no haya tanto viento que empiece a causar roturas, pero que a la vez haya suficiente viento como para ir a buena velocidad y que la borrasca no les deje atrás. En esta parte vivirán intensamente los fuertes vientos y las enormes olas de los Cuarenta Rugientes.
El acercamiento final: La llegada a Melbourne está resguardada al norte y justo en el extremo en el que la borrasca se encuentra con su vecino del norte, la zona de altas presiones subtropicales, con lo que hay dos escenarios para el acercamiento final.
Uno: un sistema de bajas presiones puede llegar lo suficientemente al norte para barrer el Bight (la bahía) y crear condiciones rapidísimas para surfear las olas en el camino hacia el estrecho de Bass. El camino hacia la llegada se pondrá salvaje, y los equipos no notarán que han dejado el Océano sur hasta que no estén al abrigo del Cabo Otway.
Dos: la alternativa es que el gran desierto que es Australia central caliente mucho la zona. La enorme masa de aire caliente que asciende desde las llanuras de Nullarbor crea unas condiciones que se suman a una alta presión situada en la Gran Bahía Australiana, formando un fenómeno que es lo suficientemente potente como para obligar a la borrasca del Oceáno sur a irse al sur de la ruta de la regata. En el caso de que se produzca este escenario, el final de la etapa se convertiría en un desenlace tan interesante tácticamente como el paso por los Doldrums.
Habrá grandes relatos del pasado sobre esta etapa…
La etapa de la edición 2005-06 desde Ciudad del Cabo a Melbourne tuvo uno de los índices de abandono más grandes la historia de la regata. Dos veleros acabaron usando diferentes modos de transporte (un carguero y un camión). Dos más tuvieron que hacer una parada en el oeste de Australia, con lo que al final únicamente dos barcos llegaron sin problemas a la meta.
Esta etapa también le bajó los humos a la tripulación de Paul Cayard en la edición de 1997-98; después de lograr una espectacular victoria en la primera etapa, entraron en Australia reventados y ocupando la quinta plaza después de un rosario de violentas roturas y choques a alta velocidad…
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