Los avances tecnológicos en los IMOCA ayudarán a rebajar el récord de la Vendée Globe
Los IMOCA de última generación seguramente establecerán un nuevo récord en la Vendée Globe. El patrón británico del Hugo Boss, Alex Thomson sugirió este martes en Les Sables D’Olonne que una nueva marca podría estar “entre 59 y 70 días dependiendo de la climatología”. Armel Le Cléac’h, el ganador de la edición 2016-17 tardó 74 días en completar su vuelta al planeta ganadora. Desde la última Vendée Globe, las velocidades en todos los rumbos han aumentado gracias a importantes innovaciones en tres áreas principales: foils, datos y seguridad de los patrones.
Los foils tienen hasta tres veces el tamaño de las ‘alitas de pollo‘ del 2016-17
«La evolución obvia de los foils es su tamaño. Hace cuatro años estábamos en las primeras etapas de estos nuevos apéndices. Pero las superficies han cambiado mucho. Al final, es lógico que, como ocurre con todos los ciclos de la Vendée Globe, las velocidades aumentan y así todo avanza. Pilotos automáticos, sensores de datos y cabinas cerradas, todo apunta a vivir a bordo con más velocidad. Pero a estas velocidades, los barcos están transmitiendo grandes golpes y pantocazos y los patrones tienen que adaptarse a este nivel extremo de malestar e incomodidad», explica Armel Le Cléach.
Los foils se fueron desarrollando hasta llegar hoy en día a la cuarta generación que eleva los cascos para «volar» con tan solo 12 nudos de viento. Y desde la última edición de la regata, la clase IMOCA también ha permitido que el foil gire hasta cinco grados en el plano horizontal: «este es un cambio importante para ir más rápido contra el viento, lo que no sucedía antes», destaca Antoine Mermod, presidente de la Clase IMOCA.
Sensores para la fiabilidad, la seguridad y el rendimiento
Se han instalado sensores de fibra óptica en todos los elementos sometidos a estrés para transmitir información vital al centro de datos del patrón. Sébastien Josse, que trabaja con Nicolas Troussel (CORUM L’Epargne), lo explica claramente: «El verdadero secreto del éxito en esta regata es que el patrón establezca su nivel, el ‘cursor’ en el lugar correcto. Mantener altas velocidades medias durante el tiempo que se mantiene dentro de los límites elegidos, medidos con precisión, es posible con los sensores ya que, gracias a la fibra óptica, el patrón puede conocer las cargas dinámicas al instante y, por ejemplo, las deformaciones de un foil o las cargas de impacto en el casco. No queda nada al azar, los equipos se están volviendo cada vez más sofisticados. A bordo de los foilers, la Vendée Globe ahora es más la recopilación y procesamiento rápidos de datos, así como de las formas de las velas y los foils».
A bordo del HUGO BOSS, 350 sensores se distribuyen por todo el barco, desde los timones hasta el casco, pasando por el aparejo y los foils, saltando las alarmas si se alcanzan los umbrales, especialmente cuando se trata de cargas en el aparejo. Los aparejos ‘one design’ con los que van equipados todos los modernos foilers IMOCA se consideran el eslabón débil, por diseño, ya que limitan la potencia del momento adrizante que se puede utilizar y, en consecuencia, la habilidad.
La inteligencia artificial de los pilotos automáticos marca la mayor diferencia
La recopilación de datos, su procesamiento y el aprendizaje automático junto con algoritmos avanzados ha hecho posible que los pilotos automáticos sufrieran un desarrollo muy importante y significativo. Durante mucho tiempo, el patrón ha conducido el barco menos tiempo gracias al piloto, pero en esta edición, vamos ver avances muy importantes. Gracias a los sensores, los pilotos automáticos comprenden los movimientos de la embarcación, detectan su guiñada, el cabeceo y el balanceo. A medida que la velocidad de los barcos ha aumentado considerablemente, la forma de navegar ha cambiado: el piloto automático ahora gestiona el rumbo para mantener el ángulo de viento aparente y la velocidad más constante y ha aprendido a anticipar lo que necesita el barco para mantener esta velocidad y ángulo óptimos, ocupándose de mantener el barco en vuelo, mientras el patrón se concentra en los ajustes. Una nueva aplicación informática muy avanzada hace que el nivel de trabajo e interacción requeridos (trimar velas o tomar rizos, por ejemplo), por parte del patrón hoy en día sea más manejable que imposible.
Barcos más seguros, marineros más seguros
¿La imagen del ganador curtido por el clima y con incrustaciones de sal será cosa del pasado? El patrón del veloz foiler ahora llegará a tierra después de haber pasado la mayor parte del tiempo completamente protegido, pasando mucho más tiempo «en interior» que en cubierta. “Alex Thomson ha ido al extremo del concepto al tener la zona de estar y de trabajo en el interior. Observa las velas y el mar en pantallas gracias a una batería de cámaras a bordo. Ya no hay una sensación real del viento ni el spray de las olas en la cara ¡aunque es un concepto bastante perturbador!» Así opina Yann Eliès, ganador de la última Transat Jacques Vabre junto con Charlie Dalin a bordo del APIVIA y quinto en la Vendée Globe del 2016.
En el ámbito de la seguridad se han desarrollado varios sistemas para reducir las posibilidades de chocar con OFNIS (objetos flotantes no identificados) o cetáceos que, a lo largo de los años, han provocado numerosas roturas y retiradas. Oscar es una caja instalada en la parte superior del mástil que consta de tres cámaras, dos de las cuales son cámaras térmicas enlazadas con un avanzado programa informático que permite detectar un objeto desde 4 hasta incluso los 600 metros frente al barco. En esta novena edición de la Vendée Globe, 18 IMOCA están equipados con este sistema.
El sistema Pinger, un repelente de ballenas, está en proceso de desarrollo para las regatas oceánicas. Solo 3 patrones lo tienen en las quillas de su barco. Y las comunicaciones a bordo han mejorado aún más con antenas nuevas y más fiables y, sobre todo, mejores paquetes de programas. Por lo tanto, el contacto con tierra es más fácil incluso aunque algunos no desean usarla mucho.
Los niveles de sueño y energía se miden y optimizan
A estas velocidades. más altas que nunca, el sueño y la condición física del patrón están vinculados a niveles sostenidos de rendimiento. Thomas Ruyant (LinkedOut) tiene un cinturón que recopila datos de forma constante como su pulso y frecuencia cardíaca durante la regata. El objetivo es encontrar una medida que revele el nivel de fatiga y la necesidad de recuperación. De manera similar, Alex Thomson usa dispositivos portátiles y sensores para analizar su estado físico y mental en tiempo real, como lo hacen otros, tratando de asegurarse de que el patrón no caiga en la zona roja mental y física, ya que cuando el rendimiento decae, ocurren errores y la toma de decisiones se ve comprometida.
Saludos y buenos vientos
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