Esta mañana el Team Brunel se ponía de líder después de haber apurado la opción oeste mucho más que el Azzam, pero Ian Walker le restaba importancia aduciendo que su objetivo está más en la lucha con los otros cinco barcos que únicamente con el equipo holandés.

«La estrategia de nuestro navegante, Simon Fisher (SiFi), de poner rumbo oeste parece haber dado buenos dividendos hasta el momento», comentó Walker. «Es más importante estar en contacto con el paquete principal de la flota que perseguir al Brunel. Sin embargo, como estamos en el borde oeste de la flota, los roles de viento no nos afectan tanto por lo que la pérdida de velocidad es mínima». 

El plan de Walker para hacer frente a los esperados flojos y variables vientos en los Doldrums es muy sencillo.

«Estamos navegando en vientos más ligeros que los demás, lo que significa que los barcos que nos persiguen nos irán ganando millas», explica. «No hay nada que podamos hacer al respecto, excepto navegar muy rápido para que podamos salir al otro lado de loso Doldrums con alguna ventaja. Entonces espero ver las diferencias crecer mientras navegamos de nuevo con más viento. Este plan sencillo suena muy bien pero los Doldrums nunca son sencillos».

Pero esta noche toda la facilidad con la que navegamos por el día se acaba de estrellar en la cubierta. Actualmente estamos, de algún modo, a la deriva, nadie sabe con total seguridad cual es el mejor rumbo a seguir y el viento apenas es registrado por los anemómetros. En algún lugar hay entre 1 y 2 nudos. La vela mayor flameando de un lado al otro y los chicos en la cubierta girando constantemente los winches preparando el barco para cualquier soplo de viento que aparezca. Debido a que es de noche, es imposible ver las nubes. Además de observar constantemente el radar de lluvia -que es un certero indicador de la lluvia y el viento – hay poco más que hacer que permanecer atento manteniendo todas las opciones abiertas. El viento puede llegar desde la izquierda, desde la derecha, desde el frente o desde atrás, y tienes que estar también preparado para recibir un mucho viento de golpe. Su llegada nunca es gradual!

 

También la temperatura ha subido mucho, todo está muy caliente, y muy maloliente. Así que sí, lo confirmamos: ¡estamos en las calmas ecuatoriales! Deséanos suerte.