Minitransat 2013.- Douarnenez – Lanzarote – Pointe à Pitre
La flota permanece amarrada en espera de que mejore el tiempo.
La organización se plantea dividir la primera etapa con llegada y salida en Gijón.
La flota participante, entre ella, cuatro navegantes españoles, de la Mini Transat 2013 o travesía del Atlántico en dos etapas en solitario sigue amarrada en puerto a la espera de que mejore el tiempo en las costas de Finisterre. Ayer se comenzó a estudiar un cambio en la primera etapa.
Hay que recordar que la salida debería de haberse dado el pasado domingo, pero las embarcaciones de la clase Mini tienen 6,50 metros de eslora y son muy frágiles. Las condiciones en el área de Finisterre, con vientos de casi 40 nudos y olas de hasta 4 metros, podrían provocar serios riesgos a los tripulantes y embarcaciones.
Hay que imaginar la vida en un Mini con mal tiempo. El barco no avanza y queda enganchado en medio de las grandes olas ya que a bajas velocidades y debido a su corta eslora es incapaz de remontarlas. La bañera es barrida regularmente por las olas y el patrón tiene que estar en cubierta ajustando velas con un simple arnés de seguridad sujeto a la línea de vida. De su interior no hablemos. Caos sería la palabra exacta que puede definirlo. Todo lo movible se amontona a barlovento para «hacer banda», la palabra «seco» no existe y eso de cocicnar algo caliente no se le pasa pro la cabeza a nadie….si hablar de las más que posibles roturas de jarcias y, lo que es peor, de mástiles con el consiguiente riesgo real para el solitario patrón.
Por este motivo el Comité de Regatas decidió posponer la salida. Ahora tiene que encontrar una ventana de condiciones meteorológicas aceptables y lo suficientemente grande como para evitar riesgos a la flota cuando se inicie la regata.
Sin embargo, la situación actual ofrece intervalos de mejoría del tiempo de sólo 48 horas, lo cual no es suficiente para permitir que todos los competidores crucen el golfo de Vizcaya y desciendan a lo largo de la costa occidental de Galicia. Deben navegar alrededor de 450 kilómetros antes de alcanzar condiciones más favorables y para ello precisan una ventana de unos tres días completos.
Ante tal situación, la organización ha optado por esperar a la ventana meteorológica favorable para llegar a Puerto Calero (Lanzarote), aunque podría considerarse una alternativa que sería dividir esta primera etapa en dos partes. La primera llevaría a la flota de Douarnenez a Gijón, ya que el puerto asturiano puede acomodar fácilmente una flota de 84 Minis. Allí, los barcos podrían esperar otra ventana favorable para rodear el Cabo de Finisterre.
La ventaja de la operación es que al dividir la etapa se reduce considerablemente el tamaño de la ventana de buen tiempo necesario para abrir el camino hacia el sur. Hoy no se ha tomado ninguna decisión, ya que esta solución plantea una serie de problemas logísticos. Mañana, a las 18.00 horas, se plantará esta opción a los los competidores y se decidirá el camino a seguir.
Cuatro regatistas españoles: Bruno García, Joel Miró, Carlos Lizancos y Pilar Pasanau serán los representantes españoles en esta edición y está en el puerto francés de Douarnenez esperando la salida. La Mini Transat tiene un recorrido en dos etapas de 4.021 millas náuticas (7.451 Km.). La primera etapa se disputa entre Douarnenez y Puerto Calero (Lanzarote) con un recorrido de 1.257 millas náuticas (2.329 Km.) y la segunda, que tiene su salida el 9 de noviembre, entre Puerto Calero y Pointe à Pitre, en la isla caribeña de Guadalupe, con 2.764 millas náuticas (5.121 Km). En estas edición participan un total de 84 embarcaciones (31 prototipos y 53 de serie) con 74 competidores masculinos y 10 femeninos.
Saludos y buenos vientos
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