Ciertamente, el Golfo de Vizcaya gana este año. 

Mientras la flota de la Mini Transat había surcado casi las dos terceras partes de la Bahía de Vizcaya, los archivos GRIB mostraron un gran deterioro de las condiciones en comparación con lo que se esperaba en el momento de lanzar la regata. La organización de la regata, con buen criterio, ha decidido hoy a las 19:00 horas cancelar el primer sector para permitir a los regatistas dirigirse a puerto de forma segura.

Varios parámetros influyeron en esta decisión final. En primer lugar, acuciado por la necesidad de preservar la seguridad de los navegantes más retrasados (que también suelen ser los menos experimentados), el director de la regata durante el turno de la mañana informó a los que todavía estaban demasiado lejos de la llegada en Sada de que continuaran en dirección sur hacia Gijón, donde las condiciones deberían ser mucho más manejables.

De este modo, casi cuarenta regatistas pusieron proa hacia el puerto asturiano. Bajo estas condiciones, la justicia deportiva de la regata podría quedar en entredicho si se mantenía la etapa activa ya que si los primeros prototipos podrían entrar en Sada antes de la llegada del mal tiempo, la situación era mucho más crítica y complicada para los barcos de cabeza del grupo de serie, los cuales se encuentran a unas 80 millas de la entrada a la ría de Sada.

Una vez que todos los barcos estén a salvo en los puertos de la costa cantábrica española, la organización tomará las medidas más adecuadas para reanudar a la mayor brevedad posible la regata con una nueva salida hacia Lanzarote.

Saludos y buenos vientos.