Durante las últimas millas el grupo de barcos navegaban muy juntos. «estábamos tres 52 pies, el nuestro, el Lucky y el Freefire de Hong Kong proa con proa», explicó Pryde. «Navegábamos pegados a la costa con un buen viento, con el spinnaker A3 izado alcanzando los 12 a 13 nudos. Fue increíblemente emocionante, los tres barcos alternábamos las posiciones, porque los tres leíamos el tiempo del mismo modo».

Con la línea de meta a la vista, las tres tripulaciones estaban tratando de tomar la decisión táctica ganadora. «Por suerte fue alrededor de las rocas mientras tomamos la ruta interior. El saber si había más viento por el interior o por el exterior fue la clave», admitió Pryde. Mientras Lucky conseguía una ligera ventaja y vencía al Hi Fi en el agua, el margen de dos minutos no fue suficiente para derrotar a la tripulación de Pryde en tiempo compensado.

Pryde, residente en Hong Kong, compitió por primera vez en la regata en 1968 y esta victoria representa uno de los logros más significativos en su historial de navegación. «Es una de las victorias más memorables que hemos tenido y hemos ganado muchas regatas», dijo Pryde. «Significa mucho para mí, en los últimos años no he podido navegar mucho porque he tenido algunos problemas de salud por lo que salir navegar demostrar que podemos hacer algo, es importante para mí. Las regatas de vela han sido parte de mi vida durante sesenta y tantos años. Nunca he navegado en plan crucero, siempre he regateado. Es lo que hago y lo que se hacer».

Otro veterano apasionado de este deporte, el australiano Syd Fischer consiguió la victoria en tiempo real con su Maxi Ragamuffin 90, al cruzar la línea de meta el pasado viernes por la noche completando el recorrido con un crono de 57 horas, 31 minutos y 18 segundos.

A las 18:00 hora local de ayer domingo, 26 de los 34 barcos participantes habían completado la carrera y no constaba ningún abandono, quedando a la espera de la entrada de los ocho barcos restantes.

Saludos y buenos vientos.