Se dio a conocer la «navaja suiza»: El Wild Oats XI
El Wild Oats XI muestra sus apéndices incluyendo a su nueva ala lateral diseñada por DSS (Dynamic Stability Systems).
Cuando el actual poseedor del récord de la Rolex Sydney Hobart propiedad de Bob Oatley, el maxi Wild Oats XI salió del agua en el puerto de Sydney se pudo ver porqué ahora se le conoce cariñosamente como «La navaja suiza».
Wild Oats XI © Andrea Francolini |
Wild Oats XI © Andrea Francolini |
Cinco apéndices de diferentes formas y tamaños se extienden a lo largo del casco por debajo de la línea de flotación (de ahí lo de navaja suiza), pero llama la atención especialmente la última incorporación: un apéndice que sobresale por el costado justo en la línea de flotación, un apéndice de fibra de carbono, un ala muy radical que, según los diseñadores, se espera que dé la velocidad necesaria para lograr un nuevo récord en la clásica regata de 628 millas, la Rolex Sydney Hobart, que comienza el próximo 26 de diciembre, día de San Esteban.
El nuevo concepto de ala es otra primicia mundial de Oatley, el veterano navegante de 85 años de edad, quien hace más de una década introdujo la quilla pivotante ahora universalmente aceptada por la clase maxi de 100 pies.
El ala lateral es el desarrollo de un concepto diseñado por Dynamic Stability Systems especialistas en el desarrollo de elementos para la estabilidad de los yates. El sistema instalado en el Wild Oats XI ha sido creado para mejorar el momento correcto, al tiempo que reduce la fricción aumentando, por tanto, la velocidad.
Wild Oats XI © Andrea Francolini |
Tan solo han podido probar los nuevos apéndices en estos últimos 10 días, en los que han tenido las condiciones de viento necesarias y están eufóricos por los resultados.
«La Rolex Sydney Hobart Race de este año va a ser uno de las regatas más disputada en los últimos tiempos», comentaba Richards. «El Wild Oats XI acaba de celebrar su octavo cumpleaños, así que teníamos que hacer algo para darle a la niña una nueva vida. Creo que esta ala lo hará, sobre todo si tenemos buenas condiciones de viento en popa durante la regata».
Richards explicó que el ala se extenderá cuando el barco alcance los 18 nudos de velocidad. A esa velocidad, el ala, la cual estará totalmente recogida dentro del casco, se extenderá algo más de dos metros hacia el lado de sotavento. Cuando esté completamente extendida proporcionará entre 8 y 10 toneladas empuje ascendente.
Wild Oats XI © Andrea Francolini |
«Los resultados del ensayo fueron bastante notables», dijo Richards. «Hubo un aumento impresionante en la velocidad. Por lo que hemos visto, si conseguimos las condiciones adecuadas en la regata de Hobart, el ala podría marcar la diferencia».
«El año pasado tuvimos mares muy difíciles, por lo que estábamos constantemente con la proa dentro del agua. Empezamos probando con un ala en la proa para levantarla, pero a medida que evolucionó, ésta se movió más lejos y más atrás. Algo similar lo han estado estudiando en Europa este año y a la conclusión que han llegado es que ha funcionado muy bien».
Además del timón y la quilla pivotante, Wild Oats XI tiene otras tres láminas retráctiles por debajo de la línea de flotación: dos orzas de deriva y una orza más corta en la proa que se utiliza para navegar con viento en contra y en condiciones de vientos flojos. Wild Oats XI también va a obtener ganancia en estabilidad gracias a su nuevo mástil, 200 kg más ligero que el anterior.
Pero con otros tres súper maxi, algunos tan rápidos como el V070 y otros desconocidos como el Beau Geste, un diseño Botin 80 del armador Kark Kwok, está todo por decidir, antes de cruzar la línea de salida de la gran regata anual de 628 millas, para Richards y para el armador Bob Oatley.
«Todos los barcos nuevos están orientados hacia el modelo Volvo», dice Richards, súper-rápidos en navegación a favor de viento aún a costa de perder rendimiento en los tramos de ceñida.
«Wild Oats XI se ha diseñado para navegar sobre la VMG (velocity made good)», comenta Richards.»La mayoría de la Hobart es 50% vientos del norte, 50% vientos del sur. Tenemos las dos condiciones de viento más importantes cubiertas. No obstante, todo se puede venir abajo si cambian las condiciones previstas y o si hay errores de la tripulación», donde una hora perdida puede costar 20 o 30 millas, o, en el peor de los casos, acabar rompiendo estas bestias de la velocidad en el medio del océano».
Saludos y buenos vientos
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