Sir Robin Knox-Johnston en el 3º cajón del podio de la Route du Rhum

 A sus 75 años, ya piensa en la próxima edición!!

El skipper ingles de 75 años, Sir Robin Knox-Johnston, finalizó en tercera posición de la clase Rhum La Route du Rhum-Destino Guadalupe a bordo del OPEN 60 «Grey Power», empleando  20 días, 7 horas, 52 minutos y 22 segundos para recorrer las 3.542 millas existentes entre St. Malo y Guadalupe. En la recta final Knox-Johnston protagonizó una gran batalla con el italiano Andrea Mura, poseedor del actual record de la clase. El célebre skipper inglés, que ya disputó esta regata e 1982 con su catamarán de 70 pies Sea Falcon, comentó que para la próxima edición participará a bordo de un barco de menor eslora.

Llegada de Sir Robin Knox Johnston, a bordo del 'Grey Power', 3º en la clase Rhum © Pen Duick
Llegada de Sir Robin Knox Johnston, a bordo del ‘Grey Power’, 3º en la clase Rhum © Pen Duick

«Estoy muy contento por haber conquistado el 3º lugar de la  clase, pues tenía muchos y muy fuertes adversarios. Los últimos días fueron muy difíciles con los otros barcos pisándome los talones donde me vi superado por dos grandes navegantes: Anne Caseneuve a bordo del Multi50 ‘Aneo’ y Andrea Mura a bordo del OPEN 50 ‘Vento di Sardegna’, a quienes les doy mis más sinceras felicitaciones», comentó Knox-Johnston, que cubrió el recorrido a bordo de un antiguo OPEN 60 con el nombre de ‘Grey Power’.

Knox-Johnston, el primer hombre en dar la vuelta al mundo en solitario y sin escalas, comentó que tuvo una salida lenta pero consiguió ganar velocidad a lo largo de la ruta, luchando con más de tres barcos de la misma clase. «Los peores momentos que pasé fueron en los primeros días de regata, en la aproximación a la isla. La parte más difícil fue el tránsito por el canal de la Mancha y ayer por la noche cuando se rasgó una de las velas de proa en una trasluchada china«, continuó diciendo.

Llegada de Sir Robin Knox Johnston, a bordo del 'Grey Power', 3º en la clase Rhum © Pen Duick
Llegada de Sir Robin Knox Johnston, a bordo del ‘Grey Power’, 3º en la clase Rhum © Pen Duick

La táctica de Knox-Johnston fue conservadora, con buenas velocidades medias y con un rumbo muy regular, manteniéndose a salvo de los fuertes vientos y del mar agitado que azotó los tres primeros días de la ruta. Al contrario de Andrea Mura, que quedó parado en el anticiclón de las Azores, Knox-Johnston trazó una ruta de bajo riesgo en la que compensó la poca distancia navegada con el mejor flujo posible de viento.

Llegada de Sir Robin Knox Johnston, a bordo del 'Grey Power', 3º en la clase Rhum © Pen Duick
Llegada de Sir Robin Knox Johnston, a bordo del ‘Grey Power’, 3º en la clase Rhum © Pen Duick

De este modo consiguió recuperar más de 200 millas a Mura ascendiendo, el penúltimo día de regata, al 3º lugar de la clasificación. Estaba alcanzando a  Mura cuando, para su desgracia, el viento cayó a menos de 50  millas de la costa. El asalto al segundo cajón del podio era ya una opción imposible.

A sus 75 años, el rendimiento de Knox-Johnston fue mucho mejor que en la edición de 1982 cuando a bordo del catamarán de 70 pies Sea Falcon. Tras la salida, Sir Robin lideró la flota los primeros cinco días, pero tras un incendio en las baterías que le obligó a  hacer una escala técnica en Madeira, finalizó la regata en la posición 14 de la general. Su última regata de vuelta al mundo fue en Mayo de 2007, en la Velux 5 Oceans, en la que finalizó en el 4º lugar.

Sir Robin Knox-Johnston, el rey del mar………………

«…El viernes 14 de junio de 1968 salió de Falmouth el Suhaili, un pequeño queche, con una figura solitaria al timón: Robin Knox-Johnston, de veintinueve años. Diez meses y medio más tarde, un Suhaili oxidado, con la pintura desconchada y las velas rasgadas y marrones, volvió triunfalmente a Falmouth. Robin Knox-Johnston se había convertido en el primer hombre que había circunnavegado el mundo en solitario y sin escalas…» 
 
Esta frase  encierra el sentido de la vida que mueve a este gran navegante solitario. Sir Robin Knox-Johnston, el primer hombre que dio la vuelta al mundo en solitario en regata, tiene el aspecto de un moderno Neptuno. Alto, barbudo, jovial, con unas manos como tenazas, este inglés de 75 años, sin ataduras familiares, animado por su hija Sarah y por sus nietos, confiesa que se aburre lejos del mar. «¿Por qué lo hago? Pertenezco a un club muy pequeño, el de las personas que han dado la vuelta al mundo en solitario en un velero. Somos veinte veces menos numerosos que quienes han escalado el Everest ¿sabe? El nuestro es un club en el que todos nos conocemos y nos respetamos. Sólo tenemos una vida y yo quiero vivirla. Vivirla, además, pintada con brillantes colores».

Llegada de Sir Robin Knox Johnston, a bordo del 'Grey Power', 3º en la clase Rhum © Pen Duick
Llegada de Sir Robin Knox Johnston, a bordo del ‘Grey Power’, 3º en la clase Rhum © Pen Duick

Desaparecidos en trágicas circunstancias los franceses Eric Tabarly (‘Pépé’ fue engullido por el mar tras caer del mítico ‘Pen Duick’), Bernard Moitessier (fallecido de cáncer en Polinesia, adonde se trasladó a vivir con su esposa) y el neozelandés sir Peter Blake (asesinado por piratas en el Amazonas), sir Robin Knox-Johnston es el último representante de toda una generación de marinos de hierro. Knox-Johnston tejió su leyenda en un eterno viaje alrededor del mundo en el que empleó 312 días, a una media de 3,6 nudos. «Aquello no tenía nada que ver con esto. Ahora navegamos en barcos que son como Fórmulas 1. Tengo ansiedad por saber qué se siente en carrera», comentaba Sir Robin antes de zarpar en el 2007 en la Velux 5 Oceans.

En 1968, cuando tomó la salida, el mundo era distinto. No había GPS ni teléfonos por satélite. Sir Robin tuvo que navegar sin radio. Cuando veía un mercante (entonces se detenían al paso de los veleros), les entregaba cartas y rollos de película y fotografías para informar al mundo de sus peripecias. Tampoco había más control que el impuesto por los propios navegantes, gente de palabra. Bajo aquella filosofía se puede entender el drama de Donald Crowhurst, uno de los inscritos, quien, falto de preparación para superar el desafío, mintió durante semanas acerca de su posición. Incapaz de mantener el embuste, desapareció en la mar.

Llegada de Sir Robin Knox Johnston, a bordo del 'Grey Power', 3º en la clase Rhum © Pen Duick
Llegada de Sir Robin Knox Johnston, a bordo del ‘Grey Power’, 3º en la clase Rhum © Pen Duick

Sir Robin Knox Johnston entró a formar parte de la leyenda cuando, en 1968, concluyó la Golden Globe, probablemente la regata más extrema que jamás se ha celebrado. La reglas de aquella ‘travesía para locos’, como la define el escritor Peter Nichols, eran aterradoras de tan sencillas: dar la vuelta al mundo en solitario, sin escalas, y doblando los cabos de Buena Esperanza, Lewin y Hornos. El desafío, lanzado por el Sunday Times después de que Francis Chichester consiguiera circunnavegar el globo con una sola parada, no hacía la menor referencia al tipo de embarcación. Bastaba con salir de un puerto inglés entre los meses de enero y octubre del 68. Nueve hombres aceptaron el reto, pero sólo uno cruzó la meta. Robin Knox Johnston invirtió 312 días en completar una de las mayores hazañas náuticas de la historia. Lo hizo a bordo de un ketch de madera de 32 pies, el Suhaili, en una época en la que, por supuesto, no había ni GPS ni weather fax ni nada que se le pareciese….

¡¡Enhorabuena por tu nueva victoria, Sir Robin.!!

Saludos y buenos vientos

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1 Comment

  • nautijorge Reply

    25/11/2014 at 17:43

    Me ha gustado mucho esta entrada. Sir Robin es un monstruo marino!<br />Felicitaciones.

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