Vicent Riou, patrón del PRB, ganador de la Vendée Globe del 2004/05 y de la Transat Jacques Vabre del 2013 con Jean Le Cam como copiloto, ha  decidió abandonar la regata, tan pronto como se hizo evidente que ya no podía lograr sus objetivos.

La combinación de daños en el carril de la vela mayor y la rotura de una pared del tanque de lastre por la parte inferior del casco suponía que sus posibilidades de sumar la Route du Rhum a su lista de victorias se desvanecieron. Es uno más de los 16 de 91 solitarios que han abandonado la regata.

Pierre Antoine, patrón del Multi50 Olmix, tuvo que ser rescatado en helicóptero de su barco esta tarde. Dio el aviso de alarma esta mañana tras haber sufrido daños en el casco a causa de una gran tormenta eléctrica. Fue alrededor de 120 millas al norte de Cabo Finisterre. Conforme a lo solicitado por el cuartel general de la regata, el barco más próximo que era el líder de la Clase 40, Sébastien Rogues, fue desviado a la zona de rescate y  quedó a la espera hasta que el patrón estuvo a salvo en el helicóptero de rescate español.

Hablando después de su dramático rescate Antoine explicó:

«De hecho, el rayo cayó en la parte superior del mástil. Más tarde encontré la perilla del mástil en el suelo, se había caído a través del mástil. El barco es de madera por lo que hizo un agujero en la madera justo por donde pasan los cables eléctricos que empezaron a arder. Pensé en primer lugar que solo estaban ardiendo así que traté de apagarlos con el extintor, ya que no creí que hubiera ningún agujero. Cuando bajé al interior del barco, ya había 50 cm de agua y estaba empezando a ir la proa hacia abajo. El agua seguía subiendo, había trozos de madera flotando alrededor. Es el tipo de cosas que nunca sucede,… una locura. Pensé en la suerte que había tenido al no estar en ese momento en el interior del barco, al ver como se había quemado todo. Podría haber estado sentado frente al ordenador… No me puedo imaginar lo que hubiera pasado… Las pantallas explotaron, todo se convirtió en polvo … «

En este segundo día de regata, los patrones están tratando de recuperarse, para establecer una especie de rutina, pero siguen estando cansados y aturdidos. También está el cansancio emocional, tras conocer los dramas y retiradas que han tenido lugar. No es fácil mantenerse concentrado al máximo. En el Golfo de Vizcaya y en el Cabo Finisterre las condiciones de regata siguen siendo difíciles, pero más manejables. Los vientos han soplado entre 20-25kts pero con ráfagas de 35 nudos. Entre los líderes y los de la cola de la flota,  La Ruta del Ron-Destino Guadalupe se extiende a casi 1000 millas. Los súper-rápidos Ultimes deben de pasar Madeira esta noche y ya están disfrutando del sol y de los vientos alisios mientras que la parte posterior de la flota, donde está la clase 40 y la clase Rhum, todavía se puede ver sujetos a la baja presión del Atlántico con sus fuertes vientos y grandes olas desafiantes.

Para el dúo líder en la clase Ultimes existe la posibilidad de una  mejora constante de las condiciones. Este mañana el líder de la regata, Loick Peyron, comentó que podía anticipar «la luz al final del túnel». Pero las primeras 24 horas estuvo al borde del agotamiento y que se había quedado dormido en varias ocasiones cuando estaba en la rueda de su gigante Ultime Maxi Solo Banque Populaire. Como el mar calmó un poco esta tarde, la aceleración de los líderes fue muy notable, un promedio de 27 nudos. Peyron líder de la clase y de la regata tiene una ventaja de 67 millas con Yann Guichard y su Spindrift 2, mientras que el rendimiento de Sébastien Josse en el Multi70 Grupo Edmond de Rothschild es notable, una vez más un fuerte respaldo para el ex diseño MOD70. Josse está a la par con el Spindrift 2 en el parte de posiciones de esta tarde. Este grupo pasará Madeira esta tarde y mañana tendrán que tomar la decisión estratégica de cuando trasluchar para poner un rumbo más directo hacia Guadalupe. A partir de entonces será una navegación casi por completo a favor de viento… será el momento de hacer velocidades espectaculares.

François Gabart, líder en la clase IMOCA Open 60, afirmó esta mañana que «está lejos de ser fácil». Pero tal y como sucedió en la Vendée Globe del año pasado, tiene la costumbre de hacer que parezca todo muy sencillo. El Macif, líder de la flota IMOCA desde la línea de salida el pasado domingo, – tras haber perdido a  Riou, uno de sus compañeros de entrenamiento en Port La Foret y principal rival – tiene por popa al tres veces ganador de La Solitaire, Jeremie Beyou en segundo lugar y a Marc Guillemot en tercer lugar. Tanguy de Lamotte habló hoy de su deseo de volver a la regata a bordo del Initiatives Coeur y fue informado de que está a punto de completar las reparaciones del timón esta misma tarde.

En la clase Multi 50 queda solo cinco barcos de los 11 que tomaron la salida, pero la batalla en el cabo Finisterre ha sido muy atractiva. Lalou Roucayrol aprovechó el curso más directo, más cerca de la línea de rumbo del Arkema Región Aquitania y por lo tanto tiene la ventaja por 44 millas sobre Yves Le Blevec, a bordo del Actual, y Erwan Le Roux a bordo del FenetreA-cardenal está 11 millas más atrás. Este último entró en el Dispositivo de Separación del Tráfico de Finisterre mientras que el líder Roucayrol está navegando 100 millas más al oeste.

El líder de la clase de 40 es ahora Thibault Vauchel-Camus a bordo del Solidaires du Peloton, mientras que el anterior líder Rogues regresa al modo regata tras su desvío para responder a la llamada para asistir al Multi50. Ha bajado al tercer puesto, pero visto los precedentes, todo sugiere que será compensado por su desvío. El GDF Suez es tercero en la clasificación final de esta  tarde y Alex Pella, navegando a bordo del Tales 2, es cuarto, a 24 millas de la cabeza. Pella está haciendo 12.7 nudos de velocidad al rumbo 229.

En la clase Rhum, el líder sigue siendo la originaria de Cerdeña,  Andrea Mura mientras que Sir Robin Knox Johnston se encuentra en el puesto 11 y está navegando de forma muy constante:

«Todo bien a bordo.» Informó hoy, «puse más vela esta mañana. Estoy encantado de ver los 15 nudos de vez en cuando, pero para un viejo barco como este no es muy fácil. No está seguro ni de la velocidad del viento ni de su dirección del viento».