Una gran victoria del PRB en la Transat Jacques Vabre
David pudo con Goliat.
A las 12:52 horas de ayer miércoles, Vincent Riou y Sébastien Col cruzaban la línea de meta como vencedores en la clase IMOCA de la Transat Jacques Vabre 2015, añadiendo su nombre a la lista de ganadores después de una edición excepcional en la que se vivió la primera batalla entre los nuevos monocascos IMOCA y los de la anterior generación. Esta fue una victoria muy merecida después de una regata transatlántica en la que llevaron el control de principio a fin. Esta es la victoria de David contra Goliat, una gran victoria para un barco que se adapta perfectamente a las regatas y también para Vicent y Sébastien, que nunca habían navegado juntos hasta pocos meses antes de abordar el cruce transatlántico.
A lo largo de los diecisiete días de regata, el dúo del PRB nunca renunció ni a una pulgada de agua tras salir de Le Havre. Vicente y Sébastien encontraron la ruta perfecta, tomando una serie de opciones tácticas que metieron mucha presión a sus rivales. En particular, libraron una gran batalla con el Banque Populaire VIII patroneado por Armel Le Cléac’h y Erwan Tabarly y con el Groupe Queguiner navegado por Yann Elies y Charlie Dalin, una batalla que duró todo el curso a través del Atlántico.
Esta segunda victoria consecutiva de Vincent en la Transat Jacques Vabre se produce después de una temporada perfecta para el ganador de la Vendée Globe del 2004. Con un barco botado en el 2010, ha confirmado que no solo puede competir contra los nuevos IMOCA, los IMOCA con foils como el Banque Populaire, sino también contra los barcos de 60 pies de su misma generación. A bordo estaba acompañado por uno de los grandes regatistas de match race, Sébastien Col. Ganador del Artemis Challenge y de la Rolex Fastnet Race, Vicente y Sébastien se complementaron muy bien para dominar esta regata transatlántica tal y como señala Vicente Riou: «Fue una gran competición ya que al final, nuestros rivales no nos dejaban escapar. Incluso el martes estaban muy pegados a nosotros, a tan solo 35 millas».
Vicente y Sébastien tenían este objetivo en mente desde la salida de Le Havre. Estaban, por supuesto, entre los favoritos, pero los dos regatistas subrayaron que su objetivo era evitar cualquier daño a su barco en las primeras 36 horas de regata. Navegaron muy cautelosos pero confiados en la capacidad de su barco para protegerse de los ataques de los barcos de última generación. Ellos sabían dónde situarse para asegurarse de que no escapara el Banque Populaire. Al perder sus instrumentos de viento en la primera noche de la regata, Vicent y Sébastien tuvieron que navegar como antiguamente se hacía, ya que no recibían ninguna información útil en la mesa de navegación. Sin información relativa a la fuerza y dirección del viento, su regata no fue nada fácil, pero nunca dieron nada por perdido y, cuando entraron en los Doldrums, traspasaron esta presión a Le Cleac’h y Tabarly.
Después de salir de esta zona en cabeza, Vicent y Sébastien encontraron la estrategia perfecta para mantener a sus oponentes a raya. Pasaron los últimos días de regata en la caña del PRB, mostrando una determinación absoluta, leyendo perfectamente las condiciones meteorológicas las cuales eran más favorables para su monocasco.
Vicente Riou, patrón de PRB señaló: «Estamos muy contentos ya que no fue nada fácil terminar en una sola pieza. No podemos recordar lo que pensamos cuando nos pusimos en marcha, pero sí sabemos que queríamos mantener la cautela y que la primera parte de la regata, con todos sus peligros, iba a ser un elemento clave. Sabíamos que teníamos que pasarlo y nos pusimos al frente de la flota IMOCA. Nos las arreglamos como pudimos y en ello basamos nuestro éxito. Creo que todo salió como estaba previsto. Seb y yo hemos trabajado bien juntos. Honestamente, para nosotros, todo salió bien».
Saludos y buenos vientos.
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