Una máquina perfecta….. 60 nudos de velocidad
El barco perfecto cumple 10 años.
El 118 Wally Power parece haber nacido en el futuro. Pocos son los que no acaban siendo seducidos por sus afiladas y sugerentes formas y por su extrema potencia (supera los 60 nudos de velocidad), un misterioso magnetismo que no mengua con el paso del tiempo. Y es que este barco de 36 metros de eslora está a punto de cumplir 10 años de vida. Durante la última década, muchos han sido los armadores que han intentando tener un yate similar y otros tantos astilleros los que han tratado de copiar el concepto y las prestaciones del icono de Wally. Con escaso resultado en ambos casos. Su creador, Luca Bassani, repasa en NAUTA360 las claves de esta embarcación perfecta.
El día que el 118 Wally Power fue presentado en sociedad, en mayo de 2003 (su construcción finalizó el año anterior) en la exclusiva costa de Saint-Tropez, supuso un hito en la historia del diseño. Primero por su complejo juego de líneas exteriores, una especie de sudoku artístico que logra un efecto óptico con el que no se consigue adivinar las proporciones del yate.
«Fue diseñado a partir de un papel en blanco, tratando de aplicar las mejores experiencias en la historia de la navegación y la tecnología más innovadora, sin prejuicios y sin ideas conservadoras», explica Bassani. Dicha libertad a la hora de diseñar la embarcación «creó un objeto tan innovador y sencillo en términos de estilo que creo que seguirá siendo contemporánea durante mucho tiempo», añade.
Su fisonomía, estrecha y angular, también se debe a aspectos aerodinámicos. De hecho, su forma final salió del túnel de viento de Maranello, donde Ferrari concibe sus bólidos de F1. Las tomas de aire laterales parecen sacadas de un avión de combate, lo que le confiere un aire aún más agresivo.
Para Luca Bassani, «todas las últimas creaciones de cualquier arquitecto naval y de cualquier astillero llevan una copia simple de la proa vertical del 118 Wally Power», aunque reconoce que dicha configuración «ya era una característica de los buques de guerra del siglo XIX». «La misma gente que hoy la imitan eran la que hace 10 años criticaban duramente esa proa», sentencia.
Mención aparte se merece el apartado de pintura del casco. Aunque técnicamente es de color verde metálico, al ver las imágenes del 118 Wally Power del vídeo superior a esta información, uno puede vislumbrar el barco de color verde, azul e incluso negro. Y es que la tonalidad cambia según la intensidad de la luz y de los reflejos del paisaje.
Un ‘avión’ espía
Quizás el elemento más característico del 118 Wally Power es su superestructura de cristal y fibra de carbono que domina la cubierta y que está inspirada en la cabina de un avión espía. Resulta imposible ver qué ocurre en el interior de la cúpula.
Lo que se halla en las entrañas del barco son tres estancias que ocupan un mismo espacio, como un coqueto loft: el cuadro de mandos, el comedor y la sala de estar. En el interior también encontramos tres camarotes para pasajeros, el principal de 15 metros cuadrados, tres para la tripulación, los cuartos de baño y la cocina. Todo decorado con un estilo minimalista japonés.
El corazón de la bestia.
Todavía dentro de la embarcación, existe un habitáculo de 70 metros cuadrados donde se ubica la sala de máquinas. Este Wally alcaza los 63 nudos de velocidad, gracias a tres turbinas de 5.600 cv cada una, y a dos motores auxiliares de 370 cv. Para llenar el depósito el dueño debe desembolsar alrededor de 30.000 euros, obteniendo una autonomía de 380 millas si el barco navega a todo trapo y de 1.500 navegando a nueve nudos. Una bestialidad.
Desde Ewan McGregor al museo de arte.
El 118 Wally Power pronto cruzó la frontera de la industria náutica y, en 2005, apareció en la gran pantalla en la película ‘La isla’ protagonizada por Ewan McGregor, así como en el popular programa de TV Top Gear.
El fundador del astillero monegasco asegura que a lo largo de estas 36 esloras han desfilado «reyes, reinas, príncipes, princesas, actores, cantantes y magnates, algunos de los nombres más famosos del mundo». Eso sí, Bassani declina identificar al ilustre pasaje.
Entre los premios que recibió, destaca el Millenium Yacht Design (2004) «por contribuir notablemente al desarrollo del concepto del diseño de yates». Además, fue el único barco exhibido en la exposición de diseño y arquitectura del Museo de Arte Moderno de San Francisco.
¿Vendido por 12,5 millones?
Donde quizá sí se ha visto afectado el 118 Wally Power por el paso del tiempo es en su precio. Si en 2004 estos 36 metros de lujosa eslora estaba a la venta por 21 millones de euros (versión gasolina de 18.600 cv), en la actualidad la empresa Edmiston busca un comprador que quiera desembolsar 12,5 millones por navegar en un icono de la industria náutica.
Aunque el superWally todavía aparece disponible en las páginas especializadas, Luca Bassani anuncia que «la venta del barco ya ha sido finalizada». ¿Quién estará ahora mismo degustando la experiencia de navegar a bordo de un barco de ciencia ficción?
118 Wally Power
Ficha técnica
Eslora: 36 metros
Manga máxina: 9 metros
Calado: 1,36 metros
Desplazamiento: 95 toneladas
Tanque de combustible: 22.000 litros
Tanque de agua dulce: 1.200 litros
Pasajeros: 6 + 6 tripulantes
Motores: Tres turbinas Vericor TF50
Potencia: 3 x 5.600 cv (16.800 cv)
Mot. auxiliares: 2 x Cummins diesel (370cv x 2)
Autonomía máxima: 1.500 millas
Velocidad máxima: 63 nudos
Consumo a 60 nudos: 58 litros por milla
Cubierta: madera de teca
Precio: 12.500.000 euros
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Saludos y buenos vientos
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