La cabeza de la flota ha tomado contacto con los Doldrums esta mañana. El líder se queda sin fuelle y sus perseguidores todavía disfrutan de buen viento. Ha sonado el cambio de tercio, y será interesante ver a quién beneficia.

Ocho días y 2.700 millas después de abandonar Qingdao, el Ericsson 4 se ha encontrado esta mañana con el muro de las calmas ecuatoriales. Los temidos Doldrums esperaban pacientes en el entorno del paralelo 4ºN, y con la llegada del primer participante ha comenzado el reagrupamiento de la flota. Torben Grael ve por encima del hombro cómo se aproxima el PUMA de Ken Read, que a primera hora de la madrugada estaba a 50 millas de su popa y a media mañana de hoy amenaza a sólo 21.

“El último reporte de posición ha llegado y el Ericsson 4 por fin se ha quedado aparcado, así que ya han llegado a los Doldrums; la gente empezaba a no creerme”, escribe en su último email Tom Addis, navegante del Telefónica Azul, que debido a la falta de reportes meteorológicos por navegar en una zona sin cobertura de satélites, tiene que echar mano de sus dotes adivinatorias. “Llegó la hora de acercarnos unas buenas millas mientras seguimos disfrutando de viento”. Y es que mientras el Ericsson 4 trata de encontrar la forma de avanzar en 7,5 nudos de viento, el barco español continúa tragando millas a toda máquina gracias a unas condiciones de 17,3 nudos de viento. Una diferencia que ha permitido al VO70 de Iker Martínez y Bouwe Bekking recortar al líder 34 millas en las últimas tres horas y nada menos que 80 desde las 2:00 h de la madrugada –hora española–.

Pero la referencia del Telefónica Azul es sólo un ejemplo de la evolución del resto de la flota, que ha ido recortando distancias con el Ericsson 4 inexorablemente desde que el barco de Grael se quedó sin viento. El primero a popa del barco sueco es el PUMA, que aunque comienza a sufrir ya el inicio de las calmas ecuatoriales, todavía ha aguantado el último reporte con una media de velocidad de 14 nudos. A sólo 15 millas del barco estadounidense se sitúa a esta hora el Ericsson 3 de Magnus Olsson, que a media tarde de ayer navegaba a 100 millas del líder y hoy ya está a sólo 30.

Una vez más, el Race Viewer ( en este enlace: http://volvooceanrace.geovoile.com/?lg=es) es la mejor herramienta para entender lo que está pasando en la flota. El gráfico en dos dimensiones nos muestra cómo el Ericsson 4 abandonaba su trayectoria lineal en el parte de posiciones de las 8:00 horas –hora española– cuando se encontraba con las flechas color celeste que indican la menor intensidad de viento, al tiempo que reducía su velocidad de 13,5 a sólo 6,5 nudos. PUMA y Ericsson 3 se dirigen al mismo punto en el que se encuentra el barco de Torben Grael, un indicador de que ambos navegantes –Jules Salter, Andrew Cape y Aksel Magdahl– coinciden en la ruta para cruzar las calmas ecuatoriales.

Si remontamos las líneas de colores que indican la trayectoria seguida por los tres barcos de cabeza –gris para el Ericsson 4, roja para el PUMA y naranja para el Ericsson 3–, nos encontramos el punto azul que identifica al Telefónica Azul, de lo que se deduce que Tom Addis –navegante del barco español– también ha visto la misma rendija que sus colegas en la pared de los Doldrums.

El único que quiere intentar un camino alternativo es Wouter Verbraak, el navegante del Green Dragon, que hace unos días optaba por ganar Este mientras el resto de la flota seguía sumando millas hacia el Sur y esta mañana se encuentra descolgado a barlovento de sus rivales. Será interesante ver si Ian Walker estaba en lo cierto al referirse el pasado viernes a ese movimiento al Este diciendo que “consideramos que es un riesgo calculado más que una apuesta arriesgada”.

Hasta hoy, los equipos han confiado en la velocidad de sus máquinas para seguir sumando millas; desde ahora, será la habilidad de sus navegantes la que marque las diferencias. Ha sonado el cambio de tercio; comienza una nueva regata.

Al habla con el Telefónica Blue:

Hoy es el día siete y con ello cumplimos la primera semana de regata. Ha sido una primera semana mucho más ajetreada de los que nos hubiese gustado y evidentemente no estamos situados en estos momentos donde hubiésemos querido, pero hay que intentar ser positivos y pensar que es la primera semana de cinco y que todavía queda mucha regata.

Realmente estamos a unas 170 millas de los de cabeza y podría haber sido mucho peor: podrían estar a 500 millas y en ese caso tendríamos prácticamente perdida la regata. Sin embargo estamos ahí, un poquito lejos pero tampoco está tan mal sobre todo después de haber salido más tarde.

Además, hay que recordar que durante los dos primeros días ellos tuvieron más viento y se nos fueron sin que pudiésemos hacer absolutamente nada. A partir de ahí, del día tres, la cosa empezó a cambiar ya que el frío empezó a irse e iba haciendo más y más calor. .

Ha sido una semana muy húmeda, con agua encima del barco todo el rato. La verdad es que fue muy desagradable pero a partir del día tres la cosa ya empezó a cambiar, empezó a estar mejor y ahí comenzamos a coger millita a millita a los de delante… Ahora vamos muy cómodos tanto de ambiente como de temperatura. .

Después de lo que hemos vivido es una gozada volver a tener calorcito. Llevamos una semana totalmente empapados ahí fuera y ha sido un poco engorroso; estamos hartos de tanta humedad, pero por lo menos con el calorcito se hace más llevadero y estamos mucho mejor..

Y así hasta ayer, que tuvimos un pequeño problema que nos obligó a parar un rato para hacer un arreglo en el barco. Fue una pena porque, así como en distancia no perdimos mucho, sí lo hicimos con respecto a la posición: estábamos bastantes millas a barlovento de los barcos de cabeza y era una posición muy buena para afrontar el paso del Ecuador, era lo que habíamos trabajado en los últimos días con paciencia.

Así que nada, volvemos a estar un poquito más atrás. Pero bueno, estamos con ganas, siempre mirando hacia delante y ahora, otra vez más, ellos tienen mejor viento que nosotros, así que estamos todo el rato intentando que nos saquen lo menos posible; y así hasta que vuelva a dar la vuelta la tortilla y nos toque a nosotros mejor viento y podamos ir atrapándoles. Parece que está siendo un poco lo que está ocurriendo en estos días.

Ha bajado un poco el viento y la verdad es que los pasados días con viento duro hemos visto que el barco iba realmente bien. Eso nos hace ser optimistas para el futuro. El barco está navegando muy bien con los cambios que hemos hecho. Intentamos estar lo mejor posible, dentro de que es duro navegar con la cabeza de la flota en nuestra proa..

David [Vera] y Miguelito [Mike Pammenter] la verdad es que van muy bien. Los dos son muy simpáticos y vienen de navegar en un barco igual que este, con lo cual todo es muy parecido.

Evidentemente echamos en falta a Daryl y Pepe, que son dos bajas importantes, pero no tengo duda de que no encontraríamos nunca mejores sustitutos.

Un abrazo a todos desde el “Telefónica azul”
Íker