La noche que ha pasado la flota de la Volvo Ocean Race ha sido de órdago, y no especialmente por las duras condiciones, sino por la presencia de molestos rivales a escasos metros por popa.

El Telefónica Azul esta empeñado en quitarle el liderato al PUMA y en eso está. La noche, codo a codo, entre españoles y americanos ha sido de todo menos aburrida con continuos cambios de rol. Pero con tanto tira y afloja el Ericsson 4 ha conseguido meterse en medio, entre el líder americano y el de casco azul, arrebatándole a éste su posición de privilegio aunque apenas hay milla y media entre los tres barcos.

Aparte de la sorpresa que me llevé cuando el profundímetro pasó de 100 a 3 metros, hoy tuve otra, aunque esta mucho más agradable. María –Bertrand– consiguió colar a bordo algunos regalos para mí: una pequeña botella de sangría y chocolatinas chinas de la fortuna: ¡El sabor del lugar de donde salimos al principio de la regata y el sabor del lugar al que nos dirigimos ahora!. Teniendo en cuenta que todo lo que esperaba para mi 31º cumpleaños era comida liofilizada y falta de sueño, esta ha sido una magnífica sorpresa. Espero que las chocolatinas sean realmente de la fortuna y sabrosas, y que la sangría nos caliente un poco cuando la temperatura se vuelva más fría. Le he dado un poco también a Neptuno para que cuide de nosotros en nuestro camino hacia China.

Justo antes de la puesta de sol, tuvimos una magnífica demostración de pesca por parte de un pájaro que aprovechó que los peces voladores saltaban asustados por el casco de nuestro VO70 para darse un festín. Volando alrededor de nuestro aparejo, se abalanzaba sobre ellos, alcanzándolos en pleno vuelo. Realmente impresionante.

El sol se pone, y con él cae el viento, así que estoy en cubierta mientras izamos el Código Cero para seguir avanzando en la brisa más suave.

Un saludo
Simon Fisher, navegante

Kenny Read.- Puma Ocean Racing.

«De vuelta al juego y no ha sido fácil. He aprendido una cosa de las paradas en tierra: cuanto más largas son, más te cuesta volver a poner tu cabeza en modo “regata”.

Os puedo decir que he metido horas en la piscina, descansando con la familia e incluso he ido a los inmensos centros comerciales!, Si!… a los centros comerciales.

He ido a visitar los museos de Singapur y sus fuertes, he comido toneladas y toneladas de helados. Todo lo que estaba en la lista que mi hija Tory me había enviado, antes de que acabara la etapa de India, para hacer con ella.

Y ahora, más que nunca, puedo decir que me divierten las paradas en tierra; me da la sensación de que el tiempo ha pasado muy rápido al haber disfrutado de cada momento antes de enfrentarme a la batalla de nuevo.

Y aquí estamos de nuevo. Otro tramo de ceñida, aunque esta vez con un montón de obstáculos en nuestra proa. Veamos como va…

A bordo tenemos más ropa de la que pudiera llegar a imaginar. Todas las bolsas están apiladas. Es extraño porque seguimos sudando, seguimos en este clima tropical. Así que otra cosa por la que esta etapa pasará a los libros de récords.

Estamos contentos y somos líderes, con una cierta calma respecto al grupo perseguidor. Como siempre, tenemos al Ericsson 4 a tiro de piedra y al Telefónica poco más a popa. Nada es fácil en esta flota; igual un día podamos navegar en un tranquilo liderato y disfrutando de la navegación sin ninguna presión. Por ahora, eso sólo está en mis sueños.

A bordo hemos tenido una revelación. Nuestro nuevo tripulante, Erle Williams, se ha dado cuenta que Shannon Falcone nació el mismo año que el tomó parte en su primera regata Whitbread Race a bordo del ‘Flyer’. No estoy seguro de que Erle estuviera a punto de echarse a llorar o reír.

Como siempre, muchísimas gracias a nuestro equipo PUMA y en especial a nuestro equipo de tierra, por todos los esfuerzos que han realizado en las últimas semanas. El barco goza de muy buena salud.