Victoria de Sébastien Josse a bordo del Edmond de Rothschild en la Transat Saint-Barth – Port-la-Forêt
Sébastien Josse hizo una regata impecable, siendo líder indiscutible desde la salida.
A pocos días para la Navidad, Sébastien Josse y los miembros del Gitana Team, el equipo de regatas oceánicas fundado hace 15 años por el Barón Benjamin de Rothschild, acaban de recibir un gran regalo. Tras cruzar la línea de meta ayer miércoles 16 de diciembre a las 20:18 GMT, después de 10 días, 5 horas, 18 minutos y 17 segundos en el mar, el navegante solitario consigue la victoria en la Transat Saint-Barth – Port-la-Forêt, y también la calificación para la Vendée Globe.
Un escenario perfecto que el equipo de las cinco flechas no podía ni imaginar cuando hace apenas unas semanas el OPEN 60 Edmond de Rothschild regresó a Lorient después de su abandono en la Transat Jacques Vabre. Esta victoria da testimonio de la determinación de Sébastien Josse y nos recuerda que hay que contar con él el 6 de noviembre el 2016 en la línea de salida de la Vendée Globe.
10 días, 5 hora, 18 minutos y 17 segundos es el tiempo de regata establecido por Sébastien Josse entre St Barths y Port-la-Forêt en el primer cruce transatlántico del OPEN 60 Edmond de Rothschild, cuatro meses después de su botadura. Zarpando desde Gustavia el 6 de diciembre de 2015, el navegante natural de Niza cubrió una distancia real de 3773,79 millas a una velocidad media de 15.4 nudos.
Negociando perfectamente los sistemas meteorológicos que se encontró a lo largo de las 3400 millas, Sébastien Josse confirmó su autoridad en esta segunda edición de la regata entre St Barths y Port-la-Forêt, en Finisterre, el bastión de las regatas oceánicas donde comenzó hace unos 18 años. Aunque la trayectoria del último Gitana dice mucho de su rendimiento en la configuración en solitario, el patrón del Edmond de Rothschild han encontrado el ajuste correcto y sabe cómo sacar lo mejor de su nuevo barco. No en vano, este diseño de Verdier/VPLP, está equipado con las famosas superficies de sustentación, las cuales han provocado ríos de tinta tras las sucesivas botaduras de estos barcos de última generación.
El Gitana Team, el único ‘foiler’ en zarpar desde St Barths el pasado 6 de diciembre de 2015, se lanzó a una carrera contra el reloj para poder estar en la línea de salida de este sprint trasatlántico en las mejores condiciones posibles. Tras su abandono en la Transat Jacques Vabre, el equipo de las cinco flechas tuvo que adaptarse y revisar su programa. Estaba en juego la clasificación para la próxima Vendée Globe, por supuesto, pero sobre todo la experiencia incalculable de acumular millas en la configuración en solitario en el Atlántico Norte. Para salir adelante, la oficina de diseño del grupo y especialistas en composites se pusieron a trabajar desde el momento en que el 60 pies regresó a su puerto base en Lorient – el miércoles 28 de octubre – para corregir los problemas observados y reforzar su estructura.
«El 2015 ha sido un año muy largo para el Gitana Team. Terminar de esta manera es, naturalmente, una satisfacción y es realmente gratificante. Después de nuestro abandono en la Transat Jacques Vabre, el equipo no ha renunciado a pesar de la gran decepción que supuso ver como finalizaba para nosotros la regata después de sólo 36 horas en el mar. Adaptamos el programa y respondimos tan rápido como nos fue posible para que Sébastien pudiera participar en la Transat Saint Barth – Port-la-Forêt, regata que no estaba inicialmente en nuestro programa. Sin embargo, valió la pena el esfuerzo… De hecho, el traslado del barco a Saint Barth en la configuración con tripulación y obviamente estas 3.400 millas en el formato de regata han sido muy valiosos lo que nos va a permitir preparar con calma la temporada 2016. Ahora podremos preparar el barco y optimizarlo para asegurarnos de que el OPEN 60 Edmond de Rothschild sea 100% seguro. Tenemos un objetivo claro, que es ganar la próxima Vendée Globe. Para lograrlo, Sébastien y todos los miembros de Gitana están dando el 200%. Esta tarde me sentí muy orgulloso de este equipo, con un recuerdo muy especial para los propietarios de la embarcación – Ariane y Benjamin de Rothschild – quienes día a día nos apoyan y nos permiten que nuestras ambiciones sean una realidad» comentó Cyril Dardashti, Manager General del Gitana.
«Teniendo en cuenta el contexto en como participé, después de retirarme en la Jacques Vabre y con un descanso de apenas 48 horas en St Barths entre los dos cruces transatlánticos, debo decir que mi idea inicial era la calificación para la Vendée Globe y ver cómo el barco se comportaba a pleno rendimiento. Pero en este momento estoy muy feliz por tener las dos cosas, el primer puesto de la regata y la calificación para la Vendée», comentaba un exultante y feliz Sébastien Josse.
Una regata muy bien calculada.
Para el patrón nacido en Niza, la regata la disputó como si llevara un metrónomo. Siempre estaba en el sitio adecuado en el momento adecuado para afrontar los distintos fenómenos meteorológicos que jalonaban su recorrido. «En cuanto a las condiciones meteorológicas, el curso fue más o menos el ideal. Nos las arreglamos para conectarnos a una baja sin demasiada actividad en los alisios para rodear la zona de alta presión, lo que nos permitió recorrer la mitad del Atlántico hasta las Azores. Paul y yo fuimos los únicos en engancharnos a esta baja y poder aprovecharla. Después de eso, fui el único en encontrar el momento adecuado para poder engancharse en el segundo sistema, que fue ascendiendo por el sur de las Azores. Esta segunda baja era un billete seguro hacia Bretaña, prácticamente en un solo rumbo. La transición entre la primera y la segunda baja no fue tarea fácil, necesitaba un poco de suerte pero estar por delante del frente me supuso una posición más cómoda que para el ‘SMA’. El routing me indicó que Paul estaría a más de 200 millas por mi popa en la meta en Port-la-Forêt. La velocidad máxima del viento fue de 58 nudos entre el lunes y el martes por la noche y el mínimo fue de 5-6 nudos cuando estábamos rodeando la alta presión en la salida de St Barths», comentó Séb Josse.
Lo aprendido del barco.
Con respecto a las lecciones aprendidas en este cruce trasatlántico en lo que respecta al manejo del OPEN 60, Josse señalaba que «además de ser una carrera transatlántica, es una gran prueba, para mí y para el barco. Era exactamente lo que yo había venido a buscar. Desde la botadura el pasado 7 de agosto de 2015, ha sido todo como una contrarreloj. La Jacques Vabre nos sonrió y fue importante para ponernos rápidamente en marcha con el fin de sumar millas en mi haber y acumular un poco de experiencia con el nuevo barco. Era impensable tanto para el equipo como para mí el estar de vuelta en el astillero sin haber sido capaces de validar las decisiones tomadas. Es muy importante de cara a estas fechas y a hacer frente con garantías al 2016, el haber hecho dos cruces transatlánticos en menos de un mes y haber acabado con el barco en perfecto estado. Los vientos aunque fueron predominantemente a favor y de través, con muy pocas horas de ceñida, fueron muy educativos. El barco está diseñado para navegar en popas, muy agradable con esta gran bañera en la que te sientes seguro. El barco es rápido, pero cuando bajas los foils, es realmente impresionante. Sin embargo, estar haciendo 30 nudos de velocidad en un monocasco no es lo mismo que en un multicasco; es menos estresante y te preguntas cómo vas a aterrizar en la parte inferior de la ola, pero no si vas a estar en la posición correcta… Una cosa sin es segura, soy un fan de los foils y no dudo ni un solo instante, ¡me quedo con ellos!».
El regreso a la navegación en solitario.
Navegación en solitario es como andar en bicicleta, desde que aprendes no lo olvidas. Y esto fue lo que le pasó a Sébastien. Llevaba sin navegar en solitario desde el 2009 por lo que esta regata fue un viaje de descubrimientos a bordo de su OPEN 60 Edmond de Rothschild. «No había hecho ninguna navegación en solitario a bordo de un Imoca desde el 2009 por lo que esta regata fue un viaje de descubrimientos a bordo del OPEN 60 Edmond de Rothschild, pero pronto me entré en materia. Además fue muy reconfortante ya que antes de embarcar te preguntas si vas a estar en buena forma para poder manejar el barco en solitario. Pero esto es sólo el comienzo. Voy a tener que seguir navegando en el OPEN 60. Ahora sé a lo que llamamos experiencia y eso es algo que no se olvida».
Trabajo en equipo.
El equipo ha trabajado sin descanso, no sólo desde su botadura allá por el mes de agosto, sino más recientemente, a raíz del abandono en la Transat Jacques Vabre, para poder estar en esta regata. Para Josse, «el momento fue muy fuerte!». Desde su retirada de la Transat Jacques Vabre, el equipo no escatimó esfuerzos y fue capaz de tener el barco en el agua, cruzar el Atlántico, llegar a puerto con una lista trabajos a realizar y zarpar de nuevo en una regata en solitario. Tal y como dijo Séb Josse, «fue un reto muy fuerte y es una victoria del equipo. Trabajaron sin descanso siete días a la semana, sin fines de semana libres, para que el barco estuviera listo; si ellos no hubieran estado allí, hoy no estaría en Port-la-Forêt. Gracias y felicitaciones a los chicos por haber trabajado tan duro!».
Las cifras del Edmond de Rothschild en la Saint Barth – Port-la-Forêt:
Tiempo de regata: 10 días, 5 horas, 18 minutos y 17 segundos.
El tiempo como líder: 10 días, 4 horas, 10 minutos y 4 segundos.
Recorrido sobre la ruta ortodrómica (ruta directa): 3374.64 millas, a una velocidad media de 13,8 nudos.
Derrota (distancia efectivamente cubierta): 3773.79 millas, a una velocidad media de 15,38 nudos.
Distancia máxima y velocidad en 24 horas: 439,59 millas, a una velocidad de 18,3 nudos.
Viento máximo registrado: 58 nudos en la noche del 15 al 16 de diciembre.
Saludos y buenos vientos.
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