Si los primeros cinco días de la Transat AG2R La Mondiale han sido muy exigentes físicamente para los navegantes, los próximos tres días serán mucho más tranquilos, pero la situación será igualmente tensa. Gahinet y Meilhat actualmente navegan en diez nudos de viento del nor-noreste pero que probablemente disminuya en las próximas horas a medida que se acerquen a la isla de La Palma. La moral y la motivación de la tripulación se mantiene en buena forma: «Debemos de tomar las cosas con filosofía», comentó Meilhat esta mañana en la llamada oficial al cuartel general de la regata. «Por el momento, las condiciones se parecen un poco a los alisios, muy agradables».

En su rumbo hacia el archipiélago canario, a 300 millas de distancia, los 14 competidores se encuentran repartidos a lo largo de 50 millas del este al oeste. El Figaro Bénéteau Safran-Guy Cotten se encuentra en medio de la flota y se desplazó un poco hacia el oeste. «La noche fue algo complicada ya que tuvimos que hacer varias trasluchadas», comentó Gahinet, el capitán del Safran -Guy Cotten. «Nos estamos concentrando en estudiar los archivos de meteo que recibimos pero también tenemos un ojo puesto en los demás barcos; Los vimos a través del Interface Concept del AIS (Automatic Identification System) ayer por la noche. Conseguimos las posiciones de los otros barcos por el día, pero no por la noche, lo que quiere decir que puedes jugar tu propio juego un poco más, pero también es más estresante. De cualquier manera, los últimos archivos meteorológicos recibidos confirman nuestra posición».

Después de cinco días de regata y casi 1000 millas cubiertas a gran velocidad, Paul y Gwénolé han encontrado su propio ritmo y armonía. «Al final estamos empezando a tener nuestras comidas en hora», dijo Gahinet. «Ayer nos dimos un banquete a base de pollo asado con pasta y estofado de pato con trigo. También tuvimos un poco de pan, un poco de queso… no puedo dejar de picotear». Gahinet, que también está disfrutando del pequeño aumento de la temperatura, agregó. «El cielo está gris, pero hemos sacado los gorros de invierno y estamos navegando con un forro polar y chubasquero. Se está bien». 

Con las guardias de tres horas establecidas, finalmente están pudiendo dormir casi una hora y media en cada descanso. La voz clara y alegre de Gahinet dice mucho sobre el ambiente a bordo. «Estoy muy feliz de estar en la regata», comentó Gahinet. «Me estoy compenetrando muy bien con Paul y todavía nos estamos descubriendo el uno al otro. Conversamos mucho sobre el clima, pero también hablamos de muchas más cosas. Incluso escuchamos algo de música por primera vez, un álbum de Jack Johnson».

Con el pequeño sistema de bajas presiones sobre las Islas Canarias generando vientos flojos e inestables, las próximas horas van a ser complejas, pero pueden ser decisivas. Obviamente, será una oportunidad para que los equipos pongan sus barcos en orden, pero el objetivo principal será el de cerrar las brechas abiertas en el paquete de la flota antes del inicio de la travesía del Atlántico. «El viento seguirá aflojando gradualmente», comenta Gahinet. «Probablemente icemos el spinnaker esta noche y estaremos llegando con una Génova a Madeira. Entonces habrá algunas viradas para llegar al punto de paso de La Palma. No será fácil pero, por ahora, nos estamos centrando en el momento».

Saludos y buenos vientos