Unos cuantos chistes nauticos para alegrarnos el día
Un mecánico de barco desmontaba el motor de una lancha en su taller cuando vio que lo observaba un conocido cirujano cardiovascular cliente de la guardería.
El mecánico detiene su tarea y dice al médico:
Doctor, le puedo hacer una pregunta?
Claro que sí, dice el cirujano.
Doctor, mire este motor. Yo abro su corazón, saco las válvulas, las arreglo, las pongo de vuelta y cierro nuevamente. Cuando termino, el motor vuelve a funcionar como si fuera nuevo. Dígame entonces, ¿por qué yo gano tan poco y usted gana tanto, si nuestro trabajo es prácticamente el mismo?
El cirujano sonríe, y le contesta:
Trate de hacer todo eso con el motor funcionando!!!
Cuentan las malas lenguas que lo relatado a continuación ocurrió en un examen oral de maniobra en una Escuela nautica.
Profesor: Imagínese que está al pairo esperando para entrar en puerto, y se levanta un fuerte viento de la mar hacia tierra. ¿Qué haría usted si no puede arrancar la máquina?
Alumno: Daría fondo
Profesor: ¿Y si el viento arrecia?
Alumno: Fondearía con otra ancla
Profesor: ¿Y si continua refrescando?
Alumno: Mandaría fondear otra ancla.
Profesor: ¿De donde saca usted tantas anclas?
Alumno: Del mismo sitio que usted el viento!!!!.
Una tienda náutica, situada estratégicamente en una enorme Marina privada, tenia 3 loros a la venta, los cuales en apariencia, tamaño y colorido se veían iguales.
Entra una turista, que se interesa por los plumíferos, preguntando precio y habilidades.
El dueño de la tienda le explica que el loro situado en la percha de babor cuesta 600€; es muy hábil trimando la Genova.
La turista asombrada por el precio y habilidades, pregunta por el segundo loro que está situado en la percha de estribor.
Bueno ese loro cuesta 1.000€ y además de trimar a la perfección la Génova es muy bueno con con la vela Mayor y en las maniobras de puerto.
La turista maravillada y confundida pregunta el precio del tercer loro, que ocupaba la parte superior de la percha, a distancia apreciada de los otros dos loros.
No se como explicarle -dice el dueño de la tienda- , pero ese loro vale 3.000€.
La turista sorprendida, dice que ese loro debe ser una maravilla, para venderlo casi al triple de los otros dos y pregunta:
Me podría informar sus habilidades ?
y el dueño le responde «A decir verdad, yo nunca lo he visto hacer nada, ó decir algo en especial… pero los otros dos loros, lo llaman Capitán.»
Saludos y buenos vientos
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