El Ericsson 4 parece haber puesto el piloto automático con proa al Este, y avanza a buen ritmo en unas condiciones que le son favorables. La mala noticia para Torben Grael es que la tripulación de Anders Lewander parece haberle perdido el respeto, y le está superando prácticamente en todos los registros. El Ericsson 3 ha navegado un nudo más rápido que el Ericsson 4 en la última hora, suficiente para adelantarle y acercarse a sólo 7 millas del PUMA.

Navegando ahora por el medio de la flota, en el entorno del paralelo 39º Sur, los suecos son los dos barcos que han recorrido más distancia, siendo los únicos de la flota que han superado ya el meridiano 50º Este.

Telefónica Azul y Telefónica Negro mantienen su apuesta Norte, navegando en las mismas aguas que el PUMA y defendiendo sus opciones de podio. El barco de Fernando Echávarri ha avanzado la misma distancia que el de Ken Read desde ayer, y una vez más vuelve a ser el barco que ha medido la máxima punta de velocidad durante la noche, 35 nudos, a pesar de que, como decía ayer el campeón olímpico: “nuestro barco tiene un poco menos de velocidad en estas condiciones que los Ericsson, PUMA y Green Dragon… Navegando con 30-35 nudos ya vamos un poco pasados”. Viendo los números del barco español, ¡nadie lo diría! .

Por su parte, el Telefónica Azul mantiene también unos buenos registros navegando en unas condiciones que tampoco le resultan favorables, y se mantiene a sólo 24 millas del líder.

Un vistazo a las estadísticas de las últimas 24 horas casi hace olvidar la rotura de la botavara del Green Dragon. Aunque en el último parte el barco chino irlandés ha sido el único que ha perdido terreno respecto al PUMA, sigue siendo uno de los más rápidos de la flota, y ha recorrido 500 millas desde las ocho de la mañana de ayer hasta las ocho de la mañana de hoy. “Obviamente, con viento de popa vamos bien; la cosa cambiará cuando tengamos que ponernos a navegar de ceñida”, comentaba ayer Ian Walker tras la reparación de emergencia realizada a bordo. El Green Dragon y el Team Russia de Andreas Hanakamp son los dos barcos que esta mañana cierran el grupo por el Sur.

El Delta Lloyd patroneado por Roberto Bermúdez se mantiene en la sexta posición, a popa del grupo Norte formado por los Telefonica y el PUMA. El barco holandés es el que menos distancia ha avanzado en las últimas 24 horas, pero esta mañana conseguía superar al Green Dragon navegando a 72 millas de la cabeza de la flota.

Las próximas horas serán determinantes para averiguar las prioridades de cada equipo: quién busca sumar los puntos de la meta volante y quién prefiere pensar a largo plazo y toma como referencia la llegada de Cochin. Si se cumplen los partes, se abrirá una puerta hacia el Noreste que servirá a los propósitos de quienes prefieren hacer caja en Mauricio.

El PUMA ha informado al Cuartel General de la Volvo Ocean Race sobre serios daños estructurales, los segundos en 24 horas y encadenados a los primeros que sufrieron ayer por la tarde. El equipo está considerando cambiar su ruta y dirigirse al punto de tierra más cercano.

Ayer, el Puma se encontraba navegando en condiciones de viento por encima de los 40 nudos cuando una ola demasiado grande les hizo despegar literalmente del agua y caer en vacío sobre otra. El resultado del terrible pantocazo hizo que su mamparo longitudinal de proa quedara reventado.

Los de Read tuvieron que ponerse a reparar el área invirtiendo 7 horas en la reparación. A las 04:30 horas GMT, y navegando en popa con 25 nudos sufrieron el mismo hecho que la noche anterior. Otra ola traicionera, y el barco salió despedido al vacío hasta que aterrizó en otra ola.

Esta vez la sección dañada es justo a proa del mamparo de la quilla. “Esta vez el problema es más serio”, comentaba Ken Read, “No es tan sólo esta rotura en la zona estructural central, que afecta a todo el barco, y nos costará arreglarlo más de 24 horas”.

Según el experto en construcción en barcos de regata Cristobal “Tobal” Piris, esta rotura viene posiblemente encadenada a la de ayer: “Parece que con el impacto de la ola de ayer, el mamparo longitudinal de proa quedó reventado. Pese a que lo solucionaron sobre la marcha, a bordo, lo que está claro es que esa zona esta dañada y es mucho más débil”.

“Si revientas el longitudinal de proa, el siguiente punto de rotura en la cadena es justo a proa del mamparo de la quilla. Imagina la espina dorsal, vamos a pensar en la espina dorsal del barco. Estos mamparos suponen la espina.

El mamparo de la quilla y el mamparo del palo distribuyen todas las fuerzas estructurales y cargas máximas en el barco. Pensemos que el mamparo de proa es el “cuello” de esa espina dorsal. Si rompes el longitudinal de proa te quedas sin soporte”.

“Aunque repares esa zona, lo que está claro es que ya ha quedado tocada y por lo tanto los mamparos de palo y quilla recibirán una mayores cargas para distribuir. Es desgraciadamente parte de una cadena. Si la zona de proa no puede absorber esas cargas, se distribuyen a los mamparos principales. La espina dorsal del barco no puede aguantar entonces la carga estructural y parte. Es como un dominó.”

Read comentaba que si es el caso, tendrán que poner rumbo Norte. “Capey y yo estamos mirando si hay alguna solución táctica para que remotamente pudiéramos seguir en regata”.

Parece que el barco está yendo bastante bien, pero somos vulnerables en los constantes chaparrones, porque estamos obligados a navegar con la mayor izada a tope y no es fácil dominarla.

Me siento un poco como el personaje televisivo de la Víbora Negra, que se resiste a ser derrotado y permanece luchando a pesar de que su adversario le corta las extremidades una a una.

Tenemos por delante unas 400 millas hasta la meta volante y estamos en tercera posición (en relación al Este), con unas 25 millas de ventaja respecto al PUMA y alrededor de 40 frente a los rusos. Nuestro objetivo es defender esta posición lo mejor posible, que es lo que hemos estado haciendo durante las últimas 12 horas.

Uno de los desafíos va a ser trasluchar. Todavía discutimos cómo lo vamos a hacer –si es que lo hacemos. También estamos viendo cómo podríamos rizar la mayor, si llega el caso. Tom Braidwood está deseando continuar reparando la botavara, pero de momento nos centramos en navegar rápido hacia la meta volante.

Esta concentración es magnífica para la moral, y todo el mundo está decidido a conseguir el mejor resultado con lo que tenemos. De momento nos mantenemos, esperando a que amaine el viento para poder trasluchar y poner rumbo al Norte. Queremos sumar el mayor número posible de puntos antes de preocuparnos demasiado sobre cómo llegar a India. En la carta todavía parece estar demasiado lejos.

¡Por cierto!. No quiero parecer un quejica como si las cosas no pudieran ir peor, pero debo mencionar que alguien ha traído un virus a bordo y la mitad de nosotros estamos con dolor de garganta y resfriado. Sospecho que no falta mucho para que todos estemos infectados… ¡Alegría!. Ian Walker